Mar 06.01.2015

ECONOMíA  › EN ENERO HABRá DOS DEFINICIONES CLAVE POR PARTE DE LA JUSTICIA BRITáNICA Y DEL JUEZ GRIESA

Con los buitres, en el verano no hay amistosos

El calendario de la disputa con los fondos especulativos contempla para este mes la resolución de un juez inglés que debe decidir si acepta un pedido de bonistas europeos para cobrar lo que depositó Argentina y otra autorización de Griesa al Citibank.

La disputa con los fondos buitre tendrá dos capítulos centrales en enero. En primer lugar, la Justicia británica decidirá si obliga o no al Bank of New York Mellon (BoNY) a transferir a bonistas europeos 226 millones de euros depositados a fines de junio. Si fuerza el pago, será un duro revés para el juez Thomas Griesa, quien con su fallo impide a los bonistas cobrar lo que pagó la Argentina a través del BoNY. Además, el magistrado neoyorquino definirá este mes si habilita al Citibank a cursar sin restricciones los pagos de intereses de los bonos en dólares emitidos con legislación argentina en manos de acreedores extranjeros, lo que socavaría su propia postura en la causa. En el plano de la negociación, el ministro de Economía, Axel Kicillof, detalló que el Gobierno sostendrá como oferta a los holdouts las condiciones de los canjes de 2005 y 2010.

El vencimiento de la cláusula RUFO modifica el escenario de la negociación con los fondos buitre. Esa restricción impedía que el Gobierno ofreciera a los holdouts condiciones financieras más ventajosas que a los bonistas de los canjes.

La vigencia de la RUFO hacía “incumplible” la sentencia de Griesa, como muchas veces planteó el Gobierno. Es que el juez insistía en que el país le pagara la totalidad de la deuda a los buitres, pero eso hubiera generado una pesada hipoteca sobre toda la deuda externa, por los juicios de los bonistas del canje.

Con la caída de la RUFO todavía “tibia”, Kicillof salió a aclarar aspectos de la negociación que se viene. En una entrevista con Página/12 indicó que “Argentina demostró su vocación de pago. Ofreció una reestructuración por el ciento por ciento de su deuda y sólo quedó al margen el 7 por ciento, del cual los fondos buitre tienen una parte y pretenden realizar una ganancia del 1600 por ciento. Lo que decimos, desde una posición razonable y nada obstinada, es que queremos cumplir con todos, pero en condiciones equitativas y sostenibles para el país”. De cara a la nueva situación en el marco normativo vigente, el ministro espera “una reacción del sistema judicial norteamericano que cambie esta actitud de total intransigencia”.

En relación con la oferta a los buitres, Kicillof recordó que la Argentina les propuso que aceptaran las condiciones del canje, lo que les representaría una ganancia del 300 por ciento. Esto es, un Discount con intereses capitalizados desde 2005, al igual que el cupón PBI. Son 6500 millones de dólares en total para el 7,4 por ciento que no entró al canje. El total reclamado por los holdouts en las condiciones que les permitió Griesa es de 23 mil millones de dólares, aunque en bonos muy disímiles. El Gobierno plantea públicamente, tal vez pensando en una próxima negociación, que su oferta les permite a los buitres estar en la misma situación financiera que los bonistas que aceptaron el canje de 2005.

De todas maneras, el escenario judicial sigue su curso en paralelo a la negociación. En enero se esperan al menos dos novedades de relevancia. Por un lado, el juez Griesa debe definir si habilita al Citibank a cursar sin restricciones los pagos de intereses de los bonos en dólares emitidos con legislación argentina en manos de acreedores extranjeros. El magistrado ya autorizó tres veces “por única vez” la cancelación de esos bonos, por eso el Gobierno espera que ese capítulo se resuelva de manera favorable, es decir, que Griesa apruebe definitivamente el pago de la entidad bancaria.

Por otro lado, los denominados Eurobondholders, encabezados por el magnate húngaro-estadounidense George Soros, solicitaron al juez británico de primera instancia Guy Newey una declaración contra el BoNY para presionarlo a transferirles los 226 millones de euros depositados por la Argentina a fines de junio. Buscan de esa manera conseguir una sentencia similar a la que el propio Griesa concedió al Citibank, a partir de la cual se autorizó el pago de los bonos reestructurados Discount en dólares con legislación argentina.

Desde el equipo económico admiten que en Londres no surgirá ninguna medida con efectos prácticos inmediatos que contradiga al sistema judicial norteamericano. Pero sí podría haber más presión para que el BoNY pague a los europeos, y en ese caso el poder de los buitres se vería algo mermado. A mediados de diciembre, la Justicia británica demoró su decisión para después de las Fiestas. Kicillof se refirió a este tema en los últimos días. “El 93 por ciento de los bonistas aceptó el canje porque no podía cobrar de otra manera. Y ahora tampoco. Y ojo que sólo el 20 por ciento de los bonos tiene legislación en Nueva York. El 50 por ciento es argentina y el 30 por ciento, europea. El bloqueo sólo abarca al 20 por ciento de Nueva York. Los pagos con ley argentina se están liberando. ¿Qué pasa si liberan los europeos en la Justicia británica? Todo es dinámico”, señaló.

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