Este domingo cierra la inscripción para el sorteo del Pro.Cre.Ar, que se realizará el 6 de febrero y definirá cerca de 90 mil nuevos beneficiarios de créditos para proyectos de construcción sobre terreno propio, compra de terreno y construcción y refacción. Desde su lanzamiento, en junio de 2012, están terminadas o en desarrollo 136.117 viviendas entre proyectos autogestionados y desarrollos urbanísticos, con una inversión total de 50 mil millones de pesos. Los metros cuadrados construidos en Pro.Cre.Ar representan el 26 por ciento de la superficie aprobada para uso residencial en todo el país, según una estimación del Ministerio de Economía.

El grueso del plan se concentra en los desarrollos individuales, es decir, en los créditos dirigidos a familias que ya cuentan con un terreno (o piensan comprar uno) y desean construir su casa, para lo cual necesitan presentar su proyecto con las autorizaciones correspondientes. Hasta ahora ingresaron al Banco Hipotecario 125.343 solicitudes de ese tipo, de las cuales fueron aprobadas 117.384. El 89,5 por ciento (105.210 viviendas) comenzaron su construcción, mientras que 71.499 (el 68 por ciento de las que empezaron) están finalizadas. Los créditos de construcción sobre terreno propio son 65.680, mientras que la línea “construcción+terreno” suma 11.535. El grupo de los desa-rrollos individuales incluye a los créditos para refacción, que totalizan 28.585. Esta última opción tiene relevancia porque se considera que una gran parte del déficit habitacional es cualitativo: viviendas que no están en condiciones.

La otra modalidad es el desarrollo urbanístico, que ya involucra a 179 empresas constructoras llamadas a concurso en 104 proyectos para ofrecer 33.917 viviendas. De ese total, 84 desarrollos están en marcha (30.907 viviendas). La línea de desa-rrollos urbanísticos supone una inversión total de 18.721 millones de pesos. Ya fueron realizados sorteos para comprar viviendas en Maipú (Mendoza), San Nicolás (Buenos Aires), Pocito (San Juan), Tigre (Buenos Aires), La Banda (Santiago del Estero), Ciudad Evita (Buenos Aires) y La Rioja y Chilecito (La Rioja). El Gobierno espera inaugurar en abril las primeras viviendas de este tipo. En la Ciudad de Buenos Aires se está terminando de armar el proyecto ejecutivo de los desarrollos urbanísticos en los barrios de Barracas y Pompeya. Este tipo de proyectos se despliegan sobre terrenos fiscales que el Estado nacional, provincial y municipal pusieron a disposición. De esa forma, se evitó que el Pro.Cre.Ar presione al alza sobre los precios del suelo urbano y eso impacte de forma negativa en el mercado inmobiliario.

El programa tiene efecto positivo en varios sentidos. El primero es habitacional, porque muchas familias pudieron adquirir o refaccionar una vivienda al acceder a créditos subsidiados cuyo costo financiero es inferior al que ofrecen las líneas de los bancos privados. Por ejemplo, con ingresos familiares entre 8001 y 16 mil pesos, el monto máximo prestable es de 520 mil pesos y el costo financiero total es del 9,25 por ciento, con una cuota inicial de 963 pesos cada 100 mil pesos.

Además, el Pro.Cre.Ar tiene incidencia sobre el resto del sector de la construcción y la economía nacional. La inversión total comprometida representa el 2,75 por ciento del PBI, mientras que el empleo generado llega a los 262.782 puestos. En relación con los valores del resto del sector de la construcción, el equipo económico calculó que mediante créditos del Pro.Cre.Ar desde comienzos de 2013 se construyeron 7,4 millones de metros cuadrados. Ese valor representa el 26 por ciento del total de la superficie construida en todo el país en ese período.

Según un informe de Economía, el 92 por ciento de los beneficiarios del programa tiene ingresos familiares de entre 8 y 22 mil pesos. Eso quiere decir que el Pro.Cre.Ar atiende fundamentalmente la demanda de sectores medios. No ofrece en cambio respuesta para los segmentos más vulnerables, que no llegan a ese ingreso o que teniendo el mínimo no les alcanza el crédito para comprar una propiedad. El 69 por ciento de los beneficiarios habita en la región centro del país (Buenos Aires, Santa Fe, Córdoba, La Pampa y Entre Ríos).