ECONOMíA
Macri tenía a la mujer de Vanossi como su última carta en la manga
Un controvertido fallo de cámara impidió la quiebra de Correo Argentino. Ahora se supo que uno de los camaristas es la mujer de quien fue primer candidato a diputado en la lista de Mauricio.
› Por Susana Viau
Uno de los camaristas que a pedido de Franco Macri dejó en suspenso el fin de la negociación entre Correo Argentino y sus acreedores es Ana Isabel Piaggi, esposa de Jorge Vanossi, candidato (electo) a primer diputado nacional por la lista de Mauricio Macri en las recientes elecciones de la Ciudad. La inesperada decisión de la Cámara no sólo enmendó la resolución contraria del juez de la convocatoria Eduardo Favier Dubois: también introdujo una polémica excepción a la Ley de Concursos y Quiebras, que establece que lo dispuesto por el magistrado interviniente en el concurso es inapelable. La Sala B de la Cámara Comercial fundamentó la transgresión en que se trataba de “una clara circunstancia extraordinaria”. Muchos se preguntaron si dado lo controversial de la disposición y la íntima relación de Piaggi con la segunda figura de Fuerza para el Cambio, la jueza no debió haberse excusado. “Resulta difícil no ser suspicaz. ¿Cómo hace un ser humano para pensar que Vanossi y Piaggi no hablaron del tema del correo?”, graficó ante este diario una de las fuentes consultadas.
Los tres integrantes de la sala, Piaggi, María Gómez Alonso de Díaz Cordero y Enrique Butty, hicieron sonar la campana salvadora para Macri justo al final de la cuenta, el mismo día en que expiraba el tiempo para que Correo presentara una propuesta aceptable a sus acreedores o bien se colocara en el camino del “cram-down”. Correo Argentino había llevado en principio un plan que incluía una prórroga de cuatro meses, una quita de alrededor de dos tercios en el monto total de la deuda y el pago del resto en bonos a 25 años con 15 de gracia. El juez Favier Dubois no hizo lugar al planteo y fue entonces que el representante del grupo Macri, controlante de Correo Argentino, disminuyó el plazo a 30 días. Con 200 millones, el Estado es el acreedor mayoritario en el Comité que discute la deuda calculada en más de 900 millones de pesos y reclamada, además, por el Citibank, Río, Banco Interamericano de Desarrollo, Corporación Financiera Internacional y Galicia.
Página/12 consultó esa misma noche a fuentes autorizadas de Correo Argentino, quienes desmintieron que el magistrado Favier Dubois hubiera denegado la apertura de nuevos plazos. Ante la insistencia de este diario, la funcionaria de Correo –que pidió no ser mencionada– explicó: “Esa es la información que me bajaron”. Con las horas, se confirmaría la negativa del juez de la convocatoria. Entretanto, Correo Argentino había elevado a la Cámara un recurso de queja. Un paso audaz, ya que el representante legal de la empresa, el comercialista Jorge López, no podía desconocer la inapelabilidad de la decisión que fija el artículo 43 de la Ley de Quiebras y Concursos. Sin embargo, tuvo suerte y la Cámara admitió el recurso.
Así, el grupo Macri se vio favorecido con el efecto suspensivo del recurso y frenó lo que parecía inevitable: la caída de la concesión, el “cram-down” (etapa de salvataje que consiste en un registro donde se inscriben los aspirantes a continuar operando la empresa en dificultades) o, de no presentarse interesados, la quiebra lisa y llana.
La intervención de la Cámara dilata ese final hasta tanto no determine hacia quién se inclina la balanza: si hacia el juez Favier Dubois cerrando el período de negociación o hacia Correo Argentino viabilizando las prórrogas propuestas. El paréntesis, que favorece incuestionablemente al grupo Macri, coincide con el recrudecimiento de las versiones que hablan de la inminencia de un decisión oficial dando por caducada la concesión del servicio postal. Con tantas interferencias, nadie advirtió un dato sugestivo que, en cambio, sí sorprendió a la llamada “familia judicial”: que entre los camaristas firmantes del milagro de última hora figurara Ana Piaggi, esposa de Jorge Vanossi, el dirigente radical pasado a las filas del partido de Mauricio Macri y su carta más fuerte en las listas dediputados nacionales. Los corrillos de Tribunales consideraban que el de Ana Piaggi era un caso claro de excusación o bien de recusación.