Además de haber sido responsable del vaciamiento de Aerolíneas Argentinas y de una defraudación al fisco español por 99 millones de euros, ahora el ex dueño de la compañía, Gerardo Díaz Ferrán, será investigado por presunta apropiación indebida de 453 millones de dólares. El empresario recibió dicho monto de manos del Estado español en 2001 para desarrollar un plan industrial en la aerolínea, pero lo desvió a favor de su propia empresa, Air Comet, según sostiene la acusación. El juez de la Audiencia Nacional de España Fernando Andreu estará a cargo de la investigación de la conducta de Díaz Ferrán, ex titular además de la central empresaria de su país, CEOE. También está imputado su ex socio, Antonio Mata, quien ocupara el cargo de presidente de la compañía aérea argentina. A partir de una querella presentada por las autoridades de Aerolíneas, el magistrado les imputó inicialmente a ambos, así como a la empresa Air Comet como persona jurídica, los delitos de apropiación indebida, blanqueo de capitales, malversación y falsedad ideológica.

Según la querella de Aerolíneas, Díaz Ferrán y Mata (socios en el Grupo Marsans, controlante de Air Comet) recibieron en el 2001 de la Sociedad Española de Participaciones Industriales (SEPI) una suma equivalente a 453 millones de dólares, con el fin de poner en marcha un plan de inversiones que permitiera la recuperación de Aerolíneas, recientemente adquirida por Marsans. Pero en vez de darles ese destino, los querellados “hicieron suyas dichas cantidades mediante una operación de compensación de deudas (preexistentes) de Air Comet con Aerolíneas Argentinas”. Además, Air Comet habría presentado “varias certificaciones de auditor”, firmadas por Price Waterhouse & Coopers, con el fin de justificar ante el Tribunal de Cuentas de su país el destino de los fondos.

Díaz Ferrán y Mata ya habían sido condenados en diciembre de 2013 por la Audiencia Nacional a dos años y medio de prisión, por fraude fiscal en la compra y gestión de Aerolíneas. En 2001, al momento de la adquisición, los empresarios del grupo Marsans habrían ocultado datos de la operación al fisco para lograr evadir así compromisos por 99 millones de euros del impuesto a las sociedades.

La compañía fue adquirida por el Grupo Marsans en el 2001 a Interinvest, una sociedad estatal española que se hizo cargo de Aerolíneas luego de la fracasada gestión de Iberia. La adquisición de Aerolíneas por parte de Marsans y Air Comet atravesó por una serie de maniobras contables, manipulación de créditos estatales asociados a las deudas de Interinvest y, por lo que se conoce ahora, un aporte de 453 millones de dólares de la SEPI que no llegó al destino previsto. “En total, se realizaron tres pagos por parte de la SEPI, el primero de ellos ya enjuiciado, siendo los otros dos pagos el objeto de esta querella”, apunta el auto de imputación contra Díaz Ferrán, Mata y Air Comet rubricado por el juez Andreu. En el mismo acto, el magistrado le reclamó a la firma de auditoría Price Waterhouse & Coopers que “facilite las certificaciones que emitió para acreditar el destino de los 248 millones de dólares entregados a Air Comet para la ejecución del plan industrial, así como del destino de 205 millones de dólares para ajustes del balance de transferencia”, de acuerdo con lo expresado en el contrato de compraventa.

El juez de la Audiencia Nacional explicó que esta nueva instancia de la investigación contra los mismos imputados se justifica porque “los querellantes disponen ahora de documentación de la que carecían en el anterior procedimiento”.