Mié 22.04.2015

ECONOMíA  › EL GOBIERNO OBTUVO 1415 MILLONES DE DóLARES CON UNA EMISIóN DE DEUDA PESE A LA PRESIóN DE PAUL SINGER

Una respuesta a los buitres contante y sonante

El Ministerio de Economía salió a buscar 500 millones de dólares y consiguió casi el triple, sin necesidad de ajuste ni de acuerdo con los buitres como pide el establishment. Nueve de cada diez dólares llegaron de fondos del exterior.

› Por Cristian Carrillo

El Gobierno obtuvo ayer 1415 millones de dólares a través de la colocación de un título público, el Bonar 2024, a pesar de la presión de los fondos buitre para boicotear la operación. La cifra es casi el triple del monto anunciado para la licitación, de 500 millones. Las propuestas del mercado fueron incluso superiores, por 1878,7 millones de dólares, pero Economía convalidó sólo ofertas hasta una tasa de interés de 8,956 por ciento. Nueve de cada diez dólares provinieron del exterior, principalmente de fondos de inversión europeos, señalaron a Página/12 desde el Palacio de Hacienda. El dinero tendrá como principal destino un plan de viviendas populares. La operación fue considerada un éxito por el equipo económico tanto por el monto y tasa conseguidos en el mercado en un año electoral como por haber superado las barreras que los fondos buitre pretenden imponer a cualquier nueva colocación de deuda del país. “Con esta oferta la idea de que Argentina está aislada del mundo queda totalmente sepultada”, señaló el ministro de Economía, Axel Kicillof, en declaraciones desde Moscú. El funcionario se refirió también a las amenazas del dueño del fondo NML Capital, Paul Singer, quien sostuvo que estos bonos estarían alcanzados por la sentencia de pari passu que dictó el juez Griesa. “El Bonar 2024 está bajo la ley argentina”, replicó Kicillof. Según explicaron fuentes oficiales, los servicios se pagarán a través de la Caja de Valores, con lo que el dinero no puede embargarse ni trabarse por un fallo de un tribunal extranjero.

Las condiciones del mercado acompañaron la ampliación del Bonar 2024. La primera emisión de este bono fue el 7 de mayo del año pasado, por un monto de 3250 millones de dólares, que se entregó a la petrolera Repsol como indemnización por la expropiación del control de YPF. En diciembre último Economía autorizó incrementar en hasta 3000 millones de dólares esta serie, pero hasta ayer no había logrado una colocación significativa. En ese mes el Gobierno lanzó una oferta de pago anticipado del Boden 2015, cuyo vencimiento por 6700 millones de dólares en octubre próximo es el más abultado que enfrentará este año. La propuesta contempló para los inversores recibir antes los dólares con un recorte o canjear sus bonos por el Bonar 2024. También se lanzó una ampliación de este último bono. Sólo 2 por ciento aceptó recibir el pago antes de vencimiento, mientras que por el Bonar se captaron 663 millones de dólares (377 por el canje del Boden y 286 millones por la compra directa del título). El ministro Kicillof ponderó la elección de los inversores de esperar a octubre como señal de confianza.

En febrero pasado trascendió que el equipo de Finanzas, que conduce Pablo López, analizaba un borrador de los bancos JP Morgan y Deutsche Bank que acercaron a Economía y que aseguraba una emisión cercana a los 2000 millones de dólares. Esa oportunidad naufragó en medio de una nueva embestida de los buitres a través del magistrado neoyorquino Thomas Griesa, quien amenazó con sanciones a quienes decidiesen ayudar a la Argentina a conseguir financiamiento. La licitación de ayer también buscó ser frenada. Singer difundió temprano un comunicado en el que llamaba a los inversores a “mirar esta oferta con lupa”. “Estos fondos buitre buscan otra vez extorsionar para asustar a quienes quieren trabajar con la Argentina. Pero esta vez no pudieron asustar”, aseguró el ministro en un contacto con la prensa en Moscú.

Triplete

Economía había anunciado una licitación de 500 millones, pero recibió ofertas por 1878,7 millones, 3,76 veces más, mientras que el monto adjudicado fue casi el triple, 1415 millones. Los precios del Bonar 2024 cotizaban al inicio de la rueda por debajo de la par –es decir, a un precio inferior a los 100 dólares por lámina de valor nominal– lo que llevaba su rendimiento a casi 11 por ciento. El arribo de las ofertas elevó el precio hasta 107 dólares. Economía convalidó un precio de 103 dólares, que implicó una tasa de retorno de 8,956. Ese corte dejó afuera a 463,7 millones de dólares en ofertas por mayor costo.

En la operación hubo una participación minoritaria de la Anses a través del Fondo de Garantía de Sustentabilidad (FGS), mientras que el 90 por ciento de los fondos provino de inversores extranjeros, lo que llamó la atención de los hombres de negocios locales, según dijeron a este diario fuentes oficiales. El JP Morgan y el Deutsche acercaron clientes europeos, los que, según fuentes del mercado, aportaron unos mil millones. También hubo presencia de bancos locales aunque también en menor medida. Desde Economía destacaron el interés de los inversores en el exterior sin necesidad de shocks de confianza como los que promete buena parte del arco opositor –a cambio de devaluación y ajuste–, y en medio del ruido habitual para un año electoral.

La operación renovó las esperanzas en el equipo económico de ofrecer un nuevo canje para el vencimiento del Boden 2015 u obtener financiamiento para amortiguar el pago de ese servicio en el stock de reservas. En octubre próximo se abona todo el capital del Boden más una última cuota de intereses, lo que implica un desembolso de 6700 millones de dólares, según anticipó Kicillof. El presidente del Banco Central, Alejandro Vanoli, y el secretario de Política Económica, Emmanuel Alvarez Agis, se habían volcado públicamente por la posibilidad de emitir deuda para compensar el pago de compromisos. El stock de reservas finalizó ayer en 31.427 millones de dólares.

El Bonar vence el 7 de mayo de 2024, paga capital en seis cuotas anuales y consecutivas a partir de mayo de 2019. Las primeras cinco cuotas son por el 16,66 por ciento del capital y la última por el 16,7. El bono devenga una tasa de interés fija de 8,75 por ciento que se abonará semestralmente. En las condiciones de la emisión se anticipó que no se pagaban comisiones, lo que generó airadas críticas de los bancos colocadores por perderse una buena suma en concepto de intermediación. “Los recursos que se obtengan en esta transacción se destinarán al financiamiento de obras estratégicas de infraestructura y vivienda del Estado Nacional”, reiteraron desde Economía.

El Bonar 2024 se rige por la ley local, por lo que se encuentra lejos de las garras de los fondos buitre y de las órdenes de Griesa. El título se abona además a través de la Caja de Valores, es decir, desde Buenos Aires. La entidad depositante está también a cargo del pago de bonos reestructurados luego de que el Gobierno le quitara la licencia de custodio de deuda argentina a la filial local del Citibank por acordar su salida del país con un grupo de fondos buitre, quienes buscan entorpecer el financiamiento del país, esta vez, sin éxito.

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