ECONOMíA › EL MINISTRO AXEL KICILLOF EXPLICO LA LOGICA DEL SISTEMA DE ADMINISTRACION DE DIVISAS Y APUNTO A GRIESA Y SINGER
Los dólares de las reservas son para pagar importaciones, servicios de la deuda, para el giro de utilidades, para el turismo al exterior y para el ahorro. El ministro Kicillof afirmó que, ante la escasez de divisas, lo lógico es establecer prioridades.
“Lo que pasa con el dólar es que no les estamos dejando a algunos millonarios llevarse toda la que quieran. Cualquiera puede ahora comprar dólares para tenencia, pero tiene que declarar de dónde obtuvo la plata. Hay algunos que con esto se prenden fuego. ‘¿Cómo a mí no me dejan comprar cuatro millones de dólares para ponerlo en un banco de afuera y me piden que diga de dónde la saqué?’ Y, bueno, hermano, son los dólares de todos los argentinos. Yo sé que ellos han hecho esas maniobras durante 30 años”, señaló ayer el ministro de Economía, Axel Kicillof, en relación con los controles a la compra de divisas. Además, dijo que “en los ’90 entró deuda externa como nunca antes en la historia argentina, pero yo y muchas más nunca la vimos. Es más, recién ahora la estamos viendo con lo que se descubrió de las cuentas no declaradas en el HSBC de Suiza”.
El funcionamiento económico durante los ’90 al que Kicillof se refiere era el siguiente: el gobierno se endeudaba en el exterior para que las empresas valorizaran ese dinero en el país a través de colocaciones financieras, que luego fugaban al exterior para retomar ese ciclo. Y los individuos que disponían de un nivel alto de poder adquisitivo y contactos en el mundo de las finanzas, hacían algo parecido: compraban dólares baratos y sin restricciones que colocaban en bancos de afuera en donde el fisco argentino nunca pudiera encontrarlos. El resultado fue que la deuda externa creció como nunca mientras que las reservas del Banco Central terminaron por el piso y los activos de argentinos en el exterior engrosaron las arcas de las financieras del mar Caribe, entre otras.
Kicillof distinguió la reciente colocación de deuda a través del Bonar 24 que realizó el Gobierno de aquellas etapas en donde se generaban ciclos insostenibles de endeudamiento. “Buscábamos 500 millones de dólares y hubo ofertas por 2 mil millones. Al final tomamos 1500 millones. Esos recursos los utilizaremos para hacer obras de infraestructura de largo plazo. No los vamos a usar para la bicicleta financiera, eso es clarísimo, porque nosotros ya tenemos cubiertos desde el año pasado los vencimientos financieros de este año”, explicó el funcionario. “Con esta colocación de deuda quedó demostrado que se puede conseguir financiamiento para hacer obras, sin tener que pagar comisiones a los bancos y sin que el FMI nos esté diciendo qué política aplicar”, agregó Kicillof.
El acceso al mercado financiero internacional se dio en el marco de la disputa con los fondos buitre, algo que resultaba inconcebible a priori para buena parte del mundo económico. De todos modos, no dejó de tener cierto reflejo en el costo del financiamiento, que sigue siendo alto para un país desendeudado y en una situación económica estable como la Argentina. Kicillof sostuvo ayer que “los buitres movieron cielo y tierra para que Argentina no pueda conseguir fondeo internacional. Lo despertaron al juez Griesa, lo hicieron venir en camisón para amenazar a los fondos de inversión que pretendían invertir”. Griesa calificó de “ilegal” la operación y solicitó a bancos información sobre su participación en la compra de los títulos argentinos. “Griesa y Paul Singer –dueño de NML Capital– se creen más importantes que nuestro país”, criticó el ministro
En relación con la utilización de los dólares para ahorro personal, Kicillof consideró que “hay muchos usos para los dólares de las reservas. Para comprar importaciones, desde un perfume importado o un embrague de un auto hasta energía, maquinaria o insumos. También se pagan los servicios de la deuda externa, tanto del Estado como de las empresas privadas, y se proporcionan divisas para las personas que viajan al exterior. Otro uso es el ahorro personal, a eso se le llama históricamente fuga de capitales, porque en lugar de conservar los pesos, se guardan los dólares debajo del colchón o se fugan al exterior, recursos que pueden estar en blanco o no. Por ejemplo, en el caso del HSBC se encontraron casi 3 mil millones de dólares en cuentas que no estaban declaradas”. “En el tema de los dólares, lo lógico es que el Gobierno establezca prioridades”, cerró Kicillof.
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