Entre enero y mayo, los subsidios registraron un alza de 24 por ciento respecto del mismo período del año pasado. Con 79.070 millones de pesos durante los primeros cinco meses del año, las transferencias al consumo de energía del sector privado, la importación de combustibles, empresas públicas y transporte, mantienen una trayectoria creciente. Sin embargo, el dato presentado por ASAP (Asociación Argentina de Presupuesto y Administración Financiera Pública) revela una fuerte desaceleración frente al comportamiento exhibido en 2014. El año pasado los subsidios aumentaron 56 por ciento. El desempeño actual de las transferencias que realiza el Estado a los diferentes sectores económicos se explica fundamentalmente por la caída del 30 por ciento en los subsidios destinados a la importación de gas para abastecer al mercado interno.

La reducción en las compras externas, producto del menor nivel de crecimiento económico interno y la fuerte caída del precio internacional del petróleo y el gas, explican ese comportamiento. De acuerdo con datos del Ministerio de Economía, el año pasado 4 de cada 10 pesos de subsidios fueron destinados a la importación de combustibles. La información oficial revela que, bajo un régimen de autoabastecimiento energético, el resultado primario del sector público nacional sería superavitario a lo largo de todo el período 2007-2014.

Detrás de las transferencias al sector energético se ubicaron los subsidios al transporte. En el transporte automotor, fundamentalmente colectivos urbanos, el Estado solventa gran parte de los salarios de los trabajadores, el gasoil y los pasajes. Los fondos asignados registraron un alza del 43 por ciento. En tanto, para el sector ferroviario, el incremento de las transferencias fue del 48 por ciento.