La cuenta corriente del balance de pagos computó un déficit de 3710 millones de dólares en el primer trimestre, contra el rojo de 3303 millones del mismo período del año pasado. Así lo informó ayer el Indec, que presentó un documento de datos provisorios pero no difundió, por el momento, el detalle desagregado de las cuentas de la balanza de pagos. Las exportaciones y las importaciones de bienes anotaron una contracción respecto de la performance de 2014, lo que se debió a una desaceleración en el volumen de comercio a nivel mundial, mientras que hubo un incremento en el giro de utilidades de empresas al exterior. A diferencia de la floja performance de los dólares que entraron al país a través del comercio, la cuenta capital, que computa la entrada de divisas financieras, registró un superávit de 5389 millones de dólares, cuando había arrojado un déficit de 2798 millones el año pasado. La colocación de nueva deuda en moneda extranjera y el incentivo del Gobierno para ingreso de inversión extranjera directa fueron elementos centrales para explicar este desempeño.

Las exportaciones acumularon 13.395 millones de dólares en el primer trimestre de este año, para caer 2482 millones en relación con la cantidad de los despachos computados en el mismo período del año pasado (15.877 millones). Los sectores que concentraron las caídas fueron del bloque automotriz, debido a la pobre performance de la economía brasileña, la cual compra cerca del 80 por ciento de los autos argentinos. Otro bloque que anotó tensiones fue la economía regional de peras y manzanas, donde la devaluación del rublo (moneda rusa) de alrededor de 70 por ciento provocó dificultades para los productores locales para competir contra Rusia. En lo que refiere a las importaciones, se registraron 12.665 millones de dólares, para disminuir 2371 millones respecto de las compras del año pasado (15.036 millones). De este modo, el saldo de la balanza comercial anotó 730 millones de dólares, cuando había sido de 840 millones de dólares en el primer trimestre del 2014.

La cuenta corriente, además de computar el flujo de divisas de la economía por el intercambio de comercio, registra transacciones de servicios (turismo, venta de software, entre otros) y el giro de utilidades de las empresas a las casa matrices. El documento del Indec precisó que la pérdida de dólares por la cuenta servicios ascendió a 1182 millones, cifra casi idéntica respecto de la registrada el año pasado, mientras que la salida por dividendos fue de 2221 millones, cuando había sido de 1966 millones en el primer trimestre del 2014.

La economía, pese a la pérdida de dólares a través de la cuenta corriente, registró una fuerte entrada de divisas a través de la cuenta capital. El superávit financiero ascendió a más de 5300 millones de dólares, un dato que requiere observar que en 2014 se había anotado un déficit de alrededor de 3000 millones. La estrategia del Gobierno de acelerar el ingreso de moneda extranjera a través de colocación de nueva deuda para estabilizar el nivel de reservas internacionales y moderar las expectativas de devaluación cambiaria fue uno de los elementos centrales para explicar el resultado de la cuenta capital. En el documento de Indec se precisó que el sector público no financiero y el Banco Central computaron una entrada neta de 3317 millones de dólares en el primer trimestre, de los cuales 2320 millones se explicaron a partir de “desembolsos que recibió la autoridad monetaria y la activación de un nuevo tramo del swap con la República Popular de China”. A su vez, se mencionó que las provincias colocaron 500 millones de dólares en bonos, mientras que la administración nacional recibió préstamos por 326 millones, de los cuales 90 por ciento se utilizaron para infraestructura.

En lo que refiere a los pasivos de la economía, se apuntó que la deuda externa total ascendió a 145.931 millones de dólares al cierre del primer trimestre, con un incremento de 1840 millones respecto del mismo período del año pasado. En el desagregado, se precisó que la deuda externa del sector público sumó 78.145 millones de dólares, con un aumento de 243 millones, mientras que la deuda externa del sector privado anotó 64.931 millones, con un alza del 1390 millones. Los pasivos externos del sector financiero (bancos) se ubicaron en 2846 millones de dólares, para anotar una suba de 207 millones.