La subsecretaria de Comercio Exterior, Paula Español, advirtió ayer que la propuesta de apertura comercial indiscriminada que plantean los asesores de Cambiemos generaría la pérdida de miles de puestos de trabajo en la industria. Como adelantó ayer Página/12, los sectores textil, automotriz, autopartista, de madera y mueble, calzados y juguetes serían los más afectados por la liberalización de las importaciones. La funcionaria destacó que es necesario seguir potenciando las herramientas de control selectivas, con el objetivo de priorizar la estabilidad de las plantillas laborales de las pymes que producen para el mercado interno.

“La apertura del comercio exterior que proponen algunos economistas del equipo de Macri pondría en riesgo la subsistencia de sectores muy sensibles a las importaciones, que emplean a más de 900 mil trabajadores industriales”, dijo Español. Según estimaciones de las carteras de Economía y laboral, la pérdida de empleos puede llegar a 500 mil si la apertura se combina con un cuadro recesivo tras una devaluación violenta. La funcionaria agregó que en los últimos años la prioridad de la gestión económica fue cuidar los puestos de trabajo a partir de las regulaciones comerciales, evitando el ingreso de mercaderías a bajísimo precio de países como China. “Se han cuidado aquellos sectores sensibles a las importaciones, cuyas empresas representan en numerosas ocasiones la principal fuente de empleo local en diversos puntos del país”, resaltó la subsecretaria de Comercio Exterior.

El empleo de las pymes industriales localizadas en numerosas provincias del país, según la funcionaria, será muy vulnerable frente a la apertura irrestricta de importaciones que proponen economistas de Cambiemos. “En Misiones y La Rioja los dos principales empleadores privados provinciales pertenecen al rubro calzado, mientras que en provincias como Santiago del Estero, Corrientes, Chaco, Catamarca o Tucumán, el sector textil representa gran parte del empleo federal, con salarios mínimos hasta diez veces más altos que los de sus competidores de Asia”, detalló Español, con el objetivo de graficar el impacto nocivo a nivel regional de abrir las importaciones. “En San Luis y Córdoba las dos plantas dedicadas a la producción de línea blanca reúnen más de tres mil empleados y son las principales empleadoras de sus ciudades, al igual que las dos plantas de producción de cosechadoras y tractores en Córdoba y Santa Fe, que emplean a más de dos mil trabajadores”, agregó.

Español aseguró que la propuesta de Cambiemos de avanzar en una maxidevaluación y apertura de las importaciones para contener los precios no es la única salida a la tensión estructural de divisas de la economía local. “La clave es continuar potenciando una administración del comercio que ponga la prioridad en la industria y el trabajo nacional por sobre las importaciones y, de ser necesario, en situaciones de escasez de divisas, utilice dichos recursos escasos para fines productivos (insumos y maquinarias)”, mencionó. Agregó que es central seguir profundizando el proceso actual de sustitución selectiva de importaciones. “Esto permite generar empleo de calidad y fortalecer sectores con mayor valor agregado que muestren una mejor inserción en los mercados de exportación”, destacó Español, y mencionó a los rubros de productos químicos, agroquímicos, alimentos e indumentaria.