Mié 02.12.2015

ECONOMíA  › EXPORTADORES DE CARNE CELEBRAN LA SUBA DE PRECIOS, LA CAíDA DEL CONSUMO INTERNO Y EL AUMENTO DE LA PRODUCCIóN

Lección de los ganaderos a los consumidores

El precio de la media res en el área metropolitana se disparó 43 por ciento en un mes. Esa evolución, que todavía no terminó, afectará el consumo popular. Voceros del sector celebran que la producción crecerá por mayores exportaciones.

› Por Sebastián Premici

Los exportadores de carne vacuna ven con buenos ojos los fuertes aumentos de precios en góndola y supermercados. Desde su óptica, las subas forman parte de la ecuación necesaria para desalentar el consumo interno y favorecer la exportación en el mediano plazo. “Un aumento del 20-25 por ciento por sobre el precio actual (novillo en pie), que se agregaría al 20 por ciento nominal de las últimas semanas, tendría un efecto de disminución de los niveles de demanda del mercado interno, modificando toda la integración de la media res entre exportación y consumo. También traería un importante ruido político con el precio de la carne como título en las tapas de los diarios, sin ver que el aumento de la producción será el verdadero beneficio de los consumidores”, sostuvo Miguel Gorelik, director del sitio de consultoría Valor Carne y ex ejecutivo de Quickfood. Según informó Alberto Williams, vicepresidente de la Cámara de Propietarios de Carnicerías, en los próximos días los comercios recibirán la media res a un promedio de 60 pesos el kilo cuando hace un mes era de 42 pesos, es decir un incremento de 43 por ciento que seguirá trasladándose a todos los cortes.

Las promesas de devaluación por parte de Mauricio Macri y su equipo económico, sumadas a la quita de retenciones, que en el caso de la carne son de 15 por ciento, hicieron un descalabro en el mercado. “Los precios se fueron al demonio”, sostuvo ayer Williams, en diálogo con este diario. El 20 de octubre de este año, previo a la primera vuelta electoral, el valor del novillo en gancho (frigoríficos) era de 3,59 dólares (34 pesos). Al 24 de noviembre, último dato disponible en el sitio del Ipcva, era de 4,22 dólares. Esto hace un incremento de 18 por ciento en moneda estadounidense, pero que a los comercios llegó con una suba de 30 por ciento. A valor oficial, el precio del novillo en los frigoríficos era, acorde con el último dato disponible, de 41 pesos. Para Gorelik, no sería ilógico que en el corto plazo se ubique por arriba de los 50 pesos. Es decir, un incremento de 47 por ciento, similar al vaticinado por Williams para las subas en carnicerías.

El ganado en pie, en promedio, tenía hace una semana un valor de 22 pesos el kilo, pero ya en Rosgan, el sistema de venta televisado, en el que tiene participación accionaria Luis Miguel Etchevehere, presidente de la Sociedad Rural, se vende a 30 pesos por kilo. “Si no hay otras políticas activas para el sector y todo se concentra en lo impositivo, como se vislumbra por lo adelantado por Buryaile, aunque haya que esperar, los aumentos de los saldos exportables se harán en detrimento del consumo interno”, explicó a este diario Mariano Bondone, especialista en carne de la Federación Agraria.

Entre 2008 y 2009, cuando el consumo de carne bovina había llegado a su máximo histórico de 68,4 kilos por persona por año, los lobbistas ganaderos (ahora reconvertidos en “técnicos” según la verba del PRO), puntualmente el consorcio de exportadores ABC y Gorelik, por la empresa Quickfood, cuestionaban en reuniones con periodistas y empresarios los altos niveles de consumo interno abogando por una drástica baja. La promesa de exportaciones irrestrictas, sin retenciones y con un tipo de cambio más devaluado, parecen ir en ese sentido.

Actualmente, el consumo interno representa el 92 por ciento de la producción y el 8 restante va para la exportación. En 2002, el 13,9 por ciento se vendía en el exterior y el 86,1 por ciento era destinado al consumo interno. Para los exportadores, la ecuación debería ser 80-20.

Tampoco hay que dejar de lado el componente de especulación que se ejerce en el resto de la cadena, sobre todo en los grandes supermercados. En Uruguay, un país cuya carne para consumo es cara porque se destina la mayor parte de su producción a la exportación, el valor de novillo en gancho tuvo una baja de 5 por ciento entre el 20 de octubre y el 24 de noviembre. En las góndolas de los supermercados del país vecino, el corte de cuadril se adquiere por 12,36 dólares, o la carne picada en 7,54 dólares (Devoto Net). Esos mismo cortes, en Argentina están a 16 y 8,2 dólares, respectivamente (Walmart) por la especulación de los supermercados. El kilo de milanesas en estos centros de venta se ofrece a 130 pesos, un 30 por ciento más que en carnicerías.

–¿Hay que eliminar los ROE? –había preguntado Página/12 a Ulises Forte (el 13 de noviembre de 2015), presidente del Ipcva, y dirigente del radicalismo.

–No digo eliminar los ROE, sino pensar en una herramienta más dinámica que dé previsibilidad. Hoy por hoy no hay productor que desprecie a su mejor cliente, que es el mercado interno. Para aumentar las exportaciones (sin dejar de lado el mercado interno) hay que finalizar con el ternericidio, incentivar la faena de animales más pesados, etc. Esto está sujeto a un ciclo biológico –respondió.

Por lo que adelantaron desde el equipo económico de Macri, incluida la cartera de Agricultura, los ROE serán eliminados.

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