La inflación de noviembre fue la mayor del año. A esa conclusión no sólo llegaron empresarios, comerciantes y consumidores que a lo largo de las últimas semanas percibieron los aumentos de precios (o los aplicaron, según el caso) en insumos y bienes finales de todo tipo. También el economista Miguel Bein tiene esa certeza y en el último informe de su consultora calculó que el alza de precios el mes pasado fue de 2,9 por ciento frente a octubre. Con eso, el aumento interanual llegó al 23,4 por ciento. Bein considera que la aceleración inflacionaria tiene relación con los anuncios de devaluación, baja de retenciones y suba de tarifas que viene realizando el futuro gobierno, incluso desde antes de ganar las elecciones. El economista calcula para 2016 una tasa de inflación del 38 por ciento.

Como detalló este diario, productores de alimentos envasados, panaderías y fábricas de pastas reciben desde hace días la bolsa de harina de 50 kilos a 220/240 pesos, cuando hace un mes cotizaba 140 pesos. Diversos cortes de carne subieron en pocos días entre un 10 y un 30 por ciento, mientras que los pollos aumentaron un 25 por ciento. Los aceites contabilizan subas del 10 por ciento y productos de papelería y de oficina, del 15 al 20 por ciento. Lo propio sucede con insumos industriales. También hay muchos casos de materias primas que no se entregan a la espera de la devaluación. La Secretaría de Comercio encontró que empresas líderes de consumo masivo aplicaron aumentos del 10 por ciento en promedio y hasta del 20 por ciento. En el caso de los laboratorios, las su- bas son del 20 por ciento.

“Esta dinámica refleja el comportamiento típico de cobertura frente al cambio en las expectativas de devaluación post elecciones derivada de los anuncios de eliminación inmediata del ‘cepo’ sumada a los anuncios de baja de impuestos a las exportaciones en un contexto donde se cortó la venta de cobertura del BCRA y donde además la ‘eficacia’ de los controles de precios pierde fuerza frente al cambio de Gobierno”, consideró Bein.

En su último informe, el economista que asesoró a Daniel Scioli durante la campaña presidencial calculó una inflación del 2,9 por ciento en noviembre, la mayor alza del año, por encima de los picos de julio (2,2 por ciento) y marzo (2,2 por ciento) y de los más recientes 1,5 por ciento de octubre, 1,8 de septiembre y 1,5 por ciento de agosto. El mes pasado, el rubro que más subió fue salud (6,9 por ciento), seguido de alimentos y bebidas (con la mayor suba en 21 meses, del orden 3,7 por ciento). En este capítulo, los productos que más se encarecieron fueron carnes, lácteos y huevos, verduras y azúcar, miel, dulces y cacao y bebidas e infusiones. Los rubros que le siguieron fueron esparcimiento (2,6) y equipamiento del hogar (2,2).

Bein rechaza el argumento presentado por el futuro ministro de Hacienda y Finanzas, Alfonso Prat-Gay, acerca del supuesto bajo impacto de la devaluación en precios a raíz de que “el dólar oficial no importa”. Sin embargo, admite que los precios internos están por encima de lo que marca la comparación internacional, aunque lo atribuyó a otros factores. Uno de ellos es la elevada protección comercial de la actual economía argentina, cuya contracara es el elevado nivel de empleo. De hecho, advierte que la protección frente a las importaciones es la principal diferencia con el atraso cambiario de los últimos años de la convertibilidad. También explica que los precios de lista rigen los índices de inflación, pero muchas veces operan en realidad los precios de ofertas. En tanto, resalta que los precios de la energía juegan en ambos sentidos, porque el Estado subsidia el precio local del barril de petróleo (que cotiza en el mercado interno por encima del valor internacional), pero también lo hace con las tarifas, en sentido inverso.

“La inflación en los meses que siguen dependerá de cómo se maneje la corrección de precios relativos (dólar y tarifas) y su impacto sobre la puja distributiva. En cualquier caso, aun con un esquema muy agresivo de reemplazar con deuda el financiamiento monetario (emisión del BCRA) de la brecha fiscal, la tasa de inflación promedio del próximo año va a ser sensiblemente más alta que la de 2015, cuando el dólar y las tarifas funcionaron como ancla”, consideró Bein. Calcula de manera preliminar que la inflación en 2016 se ubicará en torno del 38 por ciento.