ECONOMíA › STURZENEGGER EXPLICITó CUáL SERá SU TAREA
En una intervención con claro sesgo monetarista, insistió con
que el aumento excesivo de la emisión de pesos genera inflación y que la economía requiere de un tipo de cambio más depreciado.
› Por Cristian Carrillo
“El foco central de esta institución será fortalecer nuestra moneda, que no es otra cosa que lograr una inflación en línea con los parámetros internacionales”, sostuvo ayer el presidente del Banco Central, Federico Sturzenegger, en un discurso que ofreció ante el personal de la institución con motivo de su asunción. El fin de semana se conocieron los decretos con su nombramiento y de algunos directivos propios al frente del Central. El funcionario macrista utilizó una forzada interpretación de la Carta Orgánica del organismo para remarcar que su conducción “prestará más atención a la evolución de la inflación, que al valor del dólar”. En su alocución, con claro sesgo monetarista, insistió en que el aumento excesivo de la emisión de pesos genera inflación y que una economía debilitada e ineficiente requiere de un tipo de cambio más depreciado para compensar esas dificultades internas. También reiteró que el cepo ya es historia, aunque no brindó precisiones respecto a la liberalización de ese mercado.
“No nos debiera interesar tanto si con un peso se compran más o menos dólares, sino velar por el poder adquisitivo de esos pesos en bienes. Este cambio de eje requiere movernos hacia un sistema de metas de inflación con flotación administrada del tipo de cambio. Retomaremos la tarea que nuestro actual ministro de Hacienda y Finanzas tuvo que dejar inconclusa en el año 2004”, afirmó Sturzenegger en referencia a la gestión de Alfonso Prat-Gay en el Central. Remarcó que la Carta Orgánica del Central plantea, según orden de prelación, a la estabilidad monetaria y financiera como primer objetivo del Banco Central. “Esto quiere decir, por sobre todas las cosas, tener una inflación baja, tener una moneda confiable. También implica tener una inflación previsible y una moneda libremente convertible”, afirmó. “Superado el paso inicial de la normalización de nuestro mercado cambiario, rápidamente empezaremos a plantear el marco, los objetivos y el tiempo por el cual trabajaremos en una transición hacia una inflación en línea con la de la enorme mayoría de los países del mundo”, agregó. En referencia a las restricciones a la compra de moneda extranjera, dijo que “el cepo es una anécdota”. “Un país no puede funcionar si la actividad económica se ve trabada, como sucedió durante los últimos cuatro años. Por ello hay que salir de esta trampa y abocarse a ello en lo inmediato.” No obstante, no aclaró cuáles serán los tiempos para poner esa liberalización en marcha. Sostuvo además que se mantendrá un régimen de flotación, aunque administrada. “No nos temblará el pulso para evitar que flujos de capitales de corto plazo nos aprecien el tipo de cambio más allá de lo razonable”, detalló Sturzenegger. También abogó por un sistema financiero más transaccional, que resguarde el dinero de los ahorristas e impulse el crédito.
“Un sistema con metas de inflación con tipo de cambio flotante será el norte de la política monetaria en nuestro país”, fue la conclusión del titular del Central, quien luego presentó a los directores que los acompañarán en su gestión. Con la renuncia de los directores Miguel Pesce, Sebastián Aguilera, Bárbara Domatto Conti, Mariano Beltrami y Juan Martín Cuatrommo, el funcionario se aseguró la mayoría en la mesa chica de la entidad. Además del designado vicepresidente de la entidad, Lucas Llach, y del gerente general, Mariano Flores Vidal, se conoció este fin de semana el nombramiento como director de Horacio Tomás Liendo, hijo del funcionario que en 1991 redactó la ley de Convertibilidad y nieto del general que comandó el Ministerio de Trabajo durante la última dictadura militar. Junto a Liendo se designó como director a Pablo Curat, un hombre que responde directamente al ministro Prat-Gay. Fue consultor del Banco Interamericano de Desarrollo y Banco Mundial y ex asesor del BCRA en los noventa. Es especialista en las áreas de análisis competitivo y estrategias bancarias, regulación y supervisión bancaria. También se nombró a Demian Reidel, otro funcionario que comenzó su carrera en el sector financiero en el área de investigación sobre mercados emergentes en JP Morgan, entidad donde también fue directivo Prat-Gay. Luego estuvo a cargo del área de estrategia de deuda externa en mercados emergentes en Goldman Sachs. En la Subgerencia General de Operaciones del Central, el macrismo designó a Agustín Collazo, quien se desempeño en la administración de derivados de índices accionarios internacionales de Morgan Stanley, en New York. Por último, se nombró a Fabián Zampone en la Superintendencia de Entidades Financieras y Cambiarias, cargo que ocupaba el Germán Feldman. Zampone fue procurador adjunto de la Procuración General de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. También se desempeñó en el Poder Judicial de la Nación como secretario en juzgados de Primera Instancia y fue directivo de Boca Juniors.
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