La fuerte suba de la tasa de interés aplicada por el Banco Central para frenar una corrida al dólar, la prevista recesión por esa medida regresiva y la fuerte devaluación provocó el derrumbe de las acciones en la Bolsa.

Los papeles líderes bajaron ayer 4,5 por ciento, acumulando siete ruedas consecutivas de retroceso, coincidiendo con los días del gobierno de Mauricio Macri. Mientras, en un mercado cambiario con escasas operaciones porque el Banco Central está inactivo y las entidades financieras venden muy pocos dólares, la cotización del billete verde cerró en 13,95 pesos, aunque el Banco Nación lo fijó en 13,60. La entidad bajo la conducción del economista de la city Carlos Melconian es la encargada oficial de ordenar la plaza cambiaria. Lo que sucede es que el Banco Central no está recibiendo todos los dólares prometidos por las cerealeras (la mitad), debido a que esas firmas no están conformes con ese valor del tipo de cambio. A la vez, la entidad monetaria no está habilitando divisas a los importadores, que por ahora no manifiestan sus quejas, como en otras oportunidades, porque tienen la promesa de recibirlas más adelante.

La venta de dólares en la city fue apenas un poco más fluida que en el debut. Las dificultades para actualizar los sistemas y los cambios de última hora en la normativa redujeron al mínimo la venta de divisas.

El Banco Central informó que las reservas subieron 241 millones de dólares por esa venta parcial de cerealeras, monto menor al compromiso de 400 millones diarios. Los tipos de cambio implícitos en la compraventa de bonos y acciones entre el mercado local y plazas en el extranjero se retrajeron a 14,02 pesos para el contado con liquidación y 13,65 para el dólar Bolsa. El dólar blue cerró sin negocios a 14,35 pesos.

El propio ministro de Hacienda y Finanzas, Alfonso Prat-Gay, reconoció anormalidades en el primer día tras la puesta en marcha del nuevo sistema de acceso al mercado de cambios. Pese a ello, celebró que la demanda haya sido menor a la esperada. Ayer la situación fue otra. “Hubo muchas consultas hubo más. Todas por montos pequeños”, informó a este diario el responsable de una casa de cambios. Los bancos habían ocupado buena parte del día para adecuarse a las medidas y resoluciones del BCRA.

Pese a una demanda más intensa, principalmente para la compra con efectivo –limitado a 500 dólares mensuales– y la mayor oferta por parte de los exportadores de granos, durante todo el día el precio del dólar se mantuvo anclado en los mismos valores del día anterior.

El postulado de un mercado que determinará el precio por la actuación de la oferta y la demanda se contrapone con un Banco Nación que desde el inicio salió a vender a un precio definido por las autoridades económicas. El resto de los bancos y agencias de cambio se adecuaron al precio que la entidad que conduce Carlos Melconian dispuso. Un ejemplo de que el tipo de cambio no lo determina el mercado sino por precios testigos de entidades financieras oficiales fue que durante toda la jornada la página Web del Nación publicó un dólar a 13,95 pero al informar a la prensa el comunicado difundió un valor de 13,60 pesos. “Lo comunicaron para mostrar una baja, pero nadie operó en esos valores sino en los 14 pesos”, reconoció una fuente del mercado. En la web del Nación el precio se mantuvo en 13,75 la compra y 13,95 la venta.

En el caso del mercado mayorista los importadores volvieron a tener problemas para acceder a las divisas para hacer los pagos de sus compras en el exterior, según informó un corredor de la city, lo que le quitó presión compradora. Las entidades sólo atendieron la demanda de minoristas. Se mantuvo la brecha entre el precio mayorista y el minorista, lo que otorga un plus de ganancia para los bancos que adquieren en el primer mercado las divisas y las venden en el segundo. Generalmente, ese spread se mantenía acotado a uno o dos centavos, pero en medio de los últimos vaivenes de estos días se amplió a 50 centavos entre ambas puntas.

Sin movimientos relevantes en el mayorista y con un mercado temporalmente más trabado que antes de la liberalización, el Central no intervino en la plaza y aprovechó para sumar reservas mientras los importadores no acceden a los dólares. El volumen negociado alcanzó a 283,8 millones de dólares, el doble que en la víspera.

Una vez estabilizada la cotización, el Gobierno seguirá manteniendo elevadas las tasas de interés para frenar la corrida hacia el dólar. La semana pasada licitó letras en pesos y convalidó tasas de hasta 38 por ciento. La entidad monetaria informó que en la licitación de la próxima semana ofrecerá además notas en dólares, con plazos de entre 35 días y un año, con el objetivo de captar divisas del sistema financiero. Hasta el momento, existía la posibilidad para suscribir este tipo de instrumentos pero se realizaba contra ingreso nuevo de depósitos en dólares en los bancos y sólo lo podían operar entidades locales. Ahora podrán tener cotización tanto en el mercado local como internacional pudiendo ser sus tenedores residentes y no residentes. Las notas pagará el capital a su vencimiento y los intereses semestralmente. Es la ronda del endeudamiento creciente que tiene al Banco Central como protagonista.

Por su parte, se reinició, luego de 18 días de inactividad, la operatoria en el mercado de futuros. Ayer se publicó en el Boletín Oficial la retención del 35 por ciento sobre las ganancias obtenidas por los tenedores de contratos. Las primeras anotaciones en Rofex se pactaron a valores de 13,90 pesos por dólar para marzo próximo y 14,90 pesos para el vencimiento de junio de 2016.