ECONOMíA › EL FMI ESTIMA PERSPECTIVAS DESFAVORABLES PARA LA ECONOMíA MUNDIAL
Al cierre de la Asamblea conjunta del FMI-Banco Mundial se difundió un estudio acerca del estado de la economía mundial. No es muy alentador por la debilidad del comercio internacional. En ese contexto, el Fondo reiteró que volverá a auditar la economía argentina.
La directora gerente del Fondo Monetario Internacional, Christine Lagarde, confirmó ayer que la institución visitará a la Argentina en septiembre para hacer el informe económico del artículo IV, tras diez años sin efectuar esa revisión anual. Como regalo de recibimiento al rebaño, los economistas del FMI regalaron un pronóstico optimista para la economía argentina. Estima que se contraerá un 1 por ciento este año, cuando los economistas de la city calculan entre el 2,5 y el 3,5 por ciento, a la vez que prevé un crecimiento del 2,8 por ciento en el 2017. Con el gobierno de Mauricio Macri el Fondo Monetaria vuelve a auditar la economía argentina. Ese optimismo acerca de la evolución del nivel de actividad local no está en línea con el poco alentador panorama que presentó al cierre de la asamblea de primavera del FMI y Banco Mundial en Washington.
En el comunicado final de este encuentro se advierte que la economía mundial continúa expandiéndose de forma moderada y que el ritmo del crecimiento mundial ha sido tenue por un período prolongado. Las perspectivas se han deteriorado ligeramente desde octubre pasado, indica. Agrega que si bien la evolución reciente permite vislumbrar ciertas mejoras, la volatilidad de los mercados financieros y la aversión al riesgo han aumentado, debido en parte a la revisión del crecimiento potencial de la economía mundial. Esto es así –apunta– por la persistencia de una considerable desaceleración del comercio mundial. “La recuperación en muchas economías avanzadas está restringida por una combinación de demanda débil, bajo crecimiento de la productividad y los legados que persisten de la crisis”, afirma. A la vez, señala que la actividad en las economías de mercados emergentes y en desarrollo se ha enfriado, aunque todavía aporta la mayor parte del crecimiento mundial. “A escala mundial, los precios más bajos de las materias primas han afectado negativamente a los exportadores, mientras que su impacto en el crecimiento a corto plazo de los importadores de energía ha sido menos positivo de lo esperado”, describe.
Este análisis general empuja a los economistas del Fondo a concluir que “los riesgos a la baja para las perspectivas de la economía mundial han aumentado desde octubre, dando lugar a la posibilidad de una desaceleración más generalizada y una retracción repentina de los flujos de capital”. También remarcan que las tensiones geopolíticas, las crisis de refugiados y el shock de la posibilidad de que el Reino Unido abandone la Unión Europea plantean riesgos de efectos de contagio. En este contexto, como si no pudieran aprender de los sucesivos errores de sus propuestas de políticas económica, insisten con que “es importante reforzar la confianza en nuestras políticas”, que no tienen otra orientación que la del ajuste económica. Estrategia que profundiza la crisis en lugar de permitir romper con el círculo vicioso del deterioro económico.
La obsesión por desplegar políticas de ajuste es lo que facilita la comunión del FMI con el equipo económico de Macri. No habrá muchas diferencias entre ellos puesto que ambos comulgan con la ortodoxia económica. El ajuste ya lo está haciendo la actual administración y, por ese motivo, recibe las felicitaciones de los principales funcionarios del organismo internacional. “Hemos decidido hacer un artículo IV completo de la economía argentina”, dijo Lagarde en la conferencia de prensa de cierre de la asamblea de primavera del FMI y el Banco Mundial (BM) en Washington.
Argentina lleva desde julio de 2006 sin una revisión anual de su economía por parte del FMI, conocida como artículo IV, debido a las tensiones entre la institución y el anterior Gobierno de Cristina Fernández de Kirchner. El artículo IV es como se conoce formalmente a las revisiones anuales de la economía de cada país que realiza el Fondo, y que luego comparte con el resto de países miembros.
El Gobierno de Macri ha hecho “tremendos avances para poner fin un período muy difícil” y “regularizar su relación con el FMI”, afirmó en la conferencia de prensa el gobernador del Banco de México, Agustín Carstens, que preside el principal órgano ejecutivo del Fondo, el Comité Financiero y Monetario Internacional (IMFC). “Es muy bueno que un país tan importante como Argentina esté poniendo orden en su economía, porque eso contribuirá a una mayor estabilidad en la región”, indicó Carstens. Dado que las previsiones de crecimiento en la región son negativas y que Argentina es “la tercera economía en la región, es esencial que se recupere cuanto antes”, agregó.
“Algunas medidas podrán ser difíciles de digerir, pero este Gobierno está tratando de establecer una base muy sólida que lleve a una mayor estabilidad, a estándares de vida mucho mejores en Argentina”, continuó Carstens.”Estamos muy alentados por lo que hemos visto en los últimos meses”, añadió el funcionario mexicano, y destacó también el “importante trabajo” del gobierno de Mauricio Macri para aumentar la transparencia en el plano económico, porque “es muy importante tener un buen proceso para medir las cuentas nacionales; si no lo tienes, es como navegar sin el instrumental”.
“Todos los países integrantes saludaron el enorme progreso que el gobierno está logrando en poner punto final a un período muy difícil en sus relaciones con los mercados de capital. Es un enorme paso adelante, y como latinoamericano es bueno ver a un país como Argentina tratando de poner la casa en orden”, señaló.
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