La consulta de Ibarómetro sobre Clima Político y Balance del Gobierno Nacional arroja una imagen positiva para la actual administración del 52,7 por ciento. Aunque retrocede más de tres puntos en relación a la medición de febrero, se mantiene alta, pero consolidando una tendencia negativa a partir del 65,5 por ciento de imagen positiva que exhibía en diciembre de 2015, según la misma consultora.

Entre quienes dicen tener imagen favorable del Gobierno, los que respondieron que es “buena” superan ampliamente a los que la califican de “muy buena” (34,7 contra 18 por ciento). Para los que tienen una imagen negativa, los que opinan que es “muy mala” (26,8) más que duplican a los que la consideran apenas “mala” (13,2).

Hay una notable centralidad de la comparación con el kirchnerismo en la evaluación de quienes sostienen que aprueban la imagen presidencial. Al 52,7 por ciento que respondió tener imagen positiva del gobierno, se le consultó acerca cuál es el principal motivo de la misma, y las respuestas se distribuyeron así:

- Porque representa un cambio al kirchnerismo, 45,3 por ciento.

- Por las medidas de gobierno y decisiones que se han tomado, 28,3.

- Por el estilo de gobernar y comunicar, 17,7.

- Por el liderazgo de Mauricio Macri, 6,2.

Se verifica en estas respuestas, señala Ibarómetro, que las razones vinculadas a la gestión y a las medidas de Gobierno ocupan un lugar secundario a la hora de explicar las valoraciones positivas que suscita el oficialismo.

Más severo es el análisis referido al “clima anímico”. Con cierta audacia, Ibarómetro se atrevió a preguntar “qué sentimiento le inspira el futuro del país”. El 51,2 eligió sentimientos negativos, casi monopolizados por “la incertidumbre”, el 25,4, y el “temor”, 21,8 por ciento. El 41,1 por ciento dio como respuesta sentimientos positivos, entre los que gana por lejos “la esperanza” (30 por ciento). “Por primera vez desde el inicio del actual ciclo político los sentimientos negativos dominan el clima anímico de la opinión pública”, apunta Ibarómetro, señalando que “los mayores de 50 años constituyen el único segmento sociodemográfico donde aún gana el optimismo”.