ECONOMíA › EL HIJO DEL EX MINISTRO DE LA DICTADURA FUE DESIGNADO EN EL INSTITUTO NACIONAL DE PROPIEDAD INTELECTUAL
El Gobierno designó al frente del INPI a Dámaso Pardo, quien llevó a Martínez de Hoz (h). Ambos son objetados porque antes estaban del otro lado del mostrador, como asesores jurídicos de multinacionales.
Las comparaciones de las medidas y los personajes que condujeron al país la última dictadura y en los noventa con la impronta del actual gobierno son inevitables. Y las designaciones de funcionarios de Mauricio Macri son parte esencial de esas similitudes. Al frente del Instituto Nacional de la Propiedad Industrial (INPI), organismo encargado de proteger las patentes de la actividad fabril, el gobierno designó como presidente a Dámaso Alejandro Pardo, quien estará acompañado por José Alfredo Martínez de Hoz, hijo del ex ministro de Economía de la dictadura. Tanto Pardo como Martínez de Hoz (h) fueron denunciados por el Observatorio Sudamericano de Patentes por incompatibilidad de funciones, dado que ambos son socios y representantes legales del estudio Pagbam (Pérez Alati, Grondona, Benites Arntsen & Martínez de Hoz) que asesora a las principales empresas transnacionales en propiedad intelectual.
No es la primera vez que el macrismo designa funcionarios que evidencian un claro conflicto de intereses entre la función pública en la que son designados y las actividades que ejercían anteriormente. En un gabinete compuesto por ex CEOs de multinacionales y banqueros y financistas del JP Morgan, los nombramientos en distintos organismos de contralor de directivos que estuvieron del otro lado del mostrador también son una constante. El caso más llamativo es la Unidad de Información Financiera (UIF), conducida por Mariano Federici y María Eugenia Talerico, que antes defendían a empresas que litigaban contra ese mismo organismo. Lo mismo sucede ahora con el INPI, a lo que se suma la historia de sus protagonistas.
El INPI tiene por objetivo la protección de los derechos de propiedad industrial, a través del otorgamiento de títulos o efectuando los registros establecidos en la legislación para ese fin. El Gobierno designó a Pardo al frente de la entidad, mientras que Martínez de Hoz (h) lo acompañará en la presidencia de la oficina de marcas y patentes. Martínez de Hoz es el primogénito del ex ministro de Economía, de quien heredó su pensamiento. El 21 de mayo de 2010 publicó una solicitada donde sostuvo que la detención de su padre fue “un trofeo para el Bicentenario” que la Justicia entregó al Gobierno y a los organismos de Derechos Humanos. Sus primeras armas en el mundo jurídico las hizo en el influyente estudio Klein & Mairal, donde trabajó desde 1981 hasta 1991. En 1991 fundó su propio buffet con Jorge Pérez Alati, Mariano Grondona, Manuel Benites y Alan Arntsen. Pardo también integraba el bufete, pero lo abandonó para conducir el INPI.
Desde el Observatorio Suda- mericano de Patentes señalan que hay un conflicto de intereses en relación a Pardo, ya que co-encabeza el área de Propiedad Intelectual de Pagbam y es el agente de la propiedad industrial. “Según su currículum, Pardo tiene experiencia en todas las áreas de propiedad intelectual, incluyendo la tramitación de marcas, diseños industriales, patentes y todas las transacciones relativas a la propiedad intelectual”, detalla el Observatorio. También presta asesoramiento jurídico y litiga en cuestiones de marcas, infracciones de patentes, asuntos de protección al consumidor, derechos de autor, publicidad y derecho de Internet y tecnología, privacidad y los nombres de dominio de Internet, según la página Web del estudio Pagbam en el área de propiedad intelectual. Su práctica también se centra en asesorar a las agencias de publicidad y a las empresas en temas relativos con la publicidad y la competencia desleal.
Pardo y Martínez de Hoz (h) reemplazaron a Mario Aramburu y Mario Díaz, respectivamente, quienes estuvieron durante 15 años dirigiendo el INPI. Se especula con un cambio en el manejo de las patentes, en especial en materia de medicamentos. Con el objetivo de estimular la producción local y el empleo nacional, el régimen de patentes para medicamentos obligaba a las empresas extranjeras a fabricarlo en el país para poder acceder a la patente. Las patentes son nacionales y las otorga cada país e incluye a todas las ramas productivas.
La anterior conducción del INPI fue removida por el macrismo por haber congelado el otorgamiento de patentes principalmente en el sector de medicamentos, pese a haber sido una medida para fomentar esa industria. Pardo participó en los noventa de la Comisión Directiva de la Asociación Argentina de Agentes de la Propiedad Industrial, integrada por los principales estudios que representan a empresas extranjeras en el país. Ahora, junto a Martínez de Hoz (h) deberán intermediar en la pelea constante entre cámaras industriales que agrupan a laboratorios nacionales y las multinacionales.
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