Las reservas del Banco Central cerraron ayer en 33.782 millones de dólares, con una disminución de 64 millones. La tendencia declinante en el stock fue una constante durante toda la conducción de Federico Sturzenegger y las únicas mejoras que se registraron desde el 10 de diciembre pasado fueron contra un mayor endeudamiento. Al menos unos 13.450 millones de dólares de las reservas correspondieron al ingreso de fondos –que se exhibió en tres oportunidades– por endeudamiento del gobierno nacional. Si se resta esta cifra, el stock de reservas se ubica por debajo de los 25 mil millones que había en cartera del organismo previo a la asunción del gobierno de Mauricio Macri. El dólar cerró ayer en 15,19 pesos para la compra minorista, con un descenso de diez centavos, mientras que en el mercado paralelo la divisas se ofreció a 15,43 pesos, con un aumento a contramano del oficial de 10 centavos.

El gobierno nacional aguarda a la implementación del blanqueo (ver aparte) para que el dinero que se obtenga por la operación permita apuntalar las reservas en el BCRA. Los voceros de la city habían advertido sobre el deterioro de las reservas durante los últimos años del kirchnerismo y para ello le restaban todos los compromisos, sea en pesos o dólares, en cartera del Central para estimar el “verdadero” valor de ese stock. Si se utilizara esa misma concepción, las reservas hoy no alcanzarían a cubrir ni la base monetaria ni la emisión de letras.

Siguiendo la misma línea de razonamiento utilizada por el establishment hasta el año pasado, la base monetaria actualmente es de 660.575 millones de pesos (unos 39.537 millones de dólares) al tipo de cambio actual. Es decir que, según los cálculos que utilizaban esos analistas bajo la idea de convertibilidad de pesos a dólares, el tipo de cambio debería ubicarse en 17,78 pesos para una conversión del actual nivel de reservas. A esto habría que restarle la circulación de letras, de 528.673 millones de pesos (34.804 millones de dólares). No obstante, esta deuda, si bien implica un incremento en los compromisos del BCRA, no debe restarse (ni antes ni ahora) a reservas porque se trata de una operación que se paga en pesos.

Por el contrario, lo que sí debe restarse es el ingreso de dólares producto de endeudamiento en dólares, dado que eso implicará la devolución y pago de servicio en la divisa estadounidense. Desde que Sturzenegger asumió en el Central, las reservas evidenciaron tres fuertes subas diarias producto del ingreso de los fondos de deuda. El primero fue el 29 de enero pasado, con el arribo de 4831 millones de dólares del Megacanje II que hizo el Central al cambiar deuda intra-sector público por bonos contra bancos extranjeros. El segundo incremento fue el 29 de abril por 5857 millones de dólares derivado del excedente de deuda que se tomó para el pago a los fondos buitre. El último fue este mes, el 6 de julio último, por 2750 millones de dólares que ingresaron por la emisión de dos bonos por parte del Estado para recompra de cupones de PIB. En total suma 13.438 millones de dólares de deuda.