El presidente de Edesur, Maurizio Bezzeccheri, se sumó ayer a la campaña a favor del tarifazo diciendo que “un día de electricidad le cuesta a un hogar lo mismo que una lata de gaseosa”. Además, amenazó con que si la Corte Suprema no convalida el aumento presentarán la quiebra.

“Con el nuevo esquema de tarifas, el 75 por ciento de los clientes paga por debajo de los 250 pesos mensuales. O sea, una familia paga el equivalente a 4 paquetes de cigarrillos. Y un día de electricidad le cuesta a un hogar lo mismo que una lata de gaseosa”, señaló el empresario para respaldar el ajuste. El titular de Edesur aseguró también que no era necesario el llamado a audiencia pública porque “en el caso de la electricidad se da continuidad a un acto acuerdo de 2005” que ya la tuvo, un argumento asombroso que distintas instancias judiciales ya se encargaron de rechazar al considerar que no se puede dar por validado el tarifazo con una audiencia que se realizó hace más de diez años.

“Si no se resuelve la cuestión judicial, no podemos pagar los sueldos y vamos a la quiebra. Si no tengo el dinero, no tengo cómo pagar al proveedor. Creemos que esto se resolverá. Sino, seguirá el caos, van a mancar los recursos de las empresas”, agregó en declaraciones a un matutino. Por último, Bezzeccheri adjudicó la falta de inversión en el sector energético en los últimos años a la política del gobierno kirchnerista. “Antes del nuevo cuadro tarifario, a las empresas se le daban recursos para que no fueran a la quiebra. Pero esos recursos no eran gratis, se acumulaban como deuda. No se recibía dinero para planificar inversiones. El Gobierno aprobaba o denegaba inversiones propuestas por las empresas. Y el control de las obras lo tenía el Gobierno. El pago a los proveedores lo hacía el Gobierno. El dinero no pasaba por las empresas”, explicó. La política oficial fue la misma para Edesur que para Edenor. Sin embargo, el desempeño de Edesur, controlada por la distribuidora italiana Enel, ha sido mucho peor con un promedio de cortes de luz diarios sustancialmente superior a los registrados por el ente regulador en el área de concesión de Edenor. En 2013 el gobierno estuvo a punto de quitarle la concesión por el pésimo servicio, pero en ese momento se estaba negociando una restructuración de la deuda con el club de París y se descartó generar un conflicto adicional con capitales europeos.