La disputa entre Federico Sturzenegger, presidente del Banco Central, y Alfonso Prat-Gay, ministro de Hacienda y Finanzas, continúa generando tensiones en el gobierno, al punto que Mauricio Macri reconoció la pelea y salió a bajarle los decibeles. “Es sano que haya matices en las opiniones. Están bien los dos. Son dos personas muy valiosas, inteligentes, capaces y que están haciendo su trabajo muy bien. Bajamos la inflación como prometí”, aseguró Macri, sin mencionar que antes llegó al 47 por ciento. Señaló además que su reunión del martes con Sturzenegger, ni bien regresó del G-20, fue por “algo de agenda” y no se trató “ningún tema fuera de lo habitual”.

El principal punto de debate entre ambos funcionarios se concentra en la evolución de la inflación y el crecimiento de la economía. El ministro piensa que el proceso inflacionario está bajo control y ahora la prioridad tiene que ser reactivar la actividad, que en los últimos meses alcanzó caídas mayores al 4 ciento. Prat-Gay plantea que el Banco Central mantiene una política monetaria demasiado contractiva, con tasas de interés todavía elevadas, y no ayuda a recuperar la actividad. La situación, según los técnicos de Hacienda, obliga a continuar con un elevado nivel de gasto público para evitar mayores contracciones de la actividad y el empleo, lo que sería política y socialmente inviable de cara a las elecciones de 2017.

Sturzenegger, en cambio, considera que la inflación sigue alta y, por lo tanto, es el gran problema de la economía argentina. Para el funcionario, conseguir moderar el nivel de precios es mucho más relevante que lo que pueda ocurrir en materia de producción, de consumo interno y de desocupación. El titular del BC está empecinado en mantener tasas de interés reales positivas para evitar presiones de precios, estrategia que los técnicos de la entidad no dejan de repetir en cada uno de los comunicados y documentos del organismo. Por caso, la entidad publicó ayer el informe monetario mensual de agosto, en donde se menciona que “el Banco Central mantendrá un claro sesgo anti-inflacionario (altas tasas de interés) para asegurar que el proceso de desinflación continúe hacia su objetivo de 1,5 por ciento mensual en el último trimestre de este año”.

En el informe de la autoridad monetaria se indicó que los créditos al sector privado en agosto se ubicaron en 793.310 millones de pesos, con un alza del 22 por ciento interanual, una cifra que se ubica casi 25 puntos porcentuales por debajo de la tasa de inflación. Esto marca la fuerte recesión de la actividad económica, con caída real del volumen de financiamiento demandado para consumo y producción. Los depósitos del sector privado, en tanto, se ubicaron en 991.837 millones de pesos, al aumentar 26,1 por ciento, lo que también estuvo por debajo de la inflación.