ECONOMíA
› LA LINEA DE NEGOCIACION DE ALBERTO FERNANDEZ
“Concientizar al acreedor”
El jefe del Gabinete, Alberto Fernández, describió ayer que la negociación con el FMI es “un juego de presiones”, dentro del cual el Gobierno seguirá trabajando “con la misma convicción” para no repetir experiencias que dejaron al país “consecuencias bastante negras”. En declaraciones formuladas desde Madrid –donde acompaña al presidente Néstor Kirchner, de visita oficial en España–, Fernández subrayó que la Argentina “ha cumplido con exceso las metas que nos ha pautado el FMI” y agregó que “va a costar trabajo, pero hay que seguir esforzándose” para lograr que la segunda revisión del acuerdo, que comenzará el mes próximo, también sea aprobada.
El jefe de los ministros se refirió a la discusión sobre la reprogramación de la deuda con los acreedores privados como “una tarea difícil” que “va a demandar mucho tiempo”. “Tendremos que soportar muchas presiones y opiniones adversas, pero hay que seguir adelante con nuestra prédica”, añadió. Fernández destacó que “la Argentina no pretende tener un mal diálogo con los acreedores, solamente intenta hacerle entender al mundo que no puede pagar lo que está debiendo si no es a riesgo de profundizar la crisis que ha vivido”.
“Esos son los términos de nuestra propuesta, que algunos llaman inflexible”, dijo. Y agregó: “De todos modos, nosotros seguiremos trabajando y tratando de concientizar a la gente y al mundo de lo que queremos y podemos hacer, y creemos que vamos a lograrlo”.
El directorio del FMI aprobó finalmente con demora la primera revisión del acuerdo firmado en septiembre pasado. Sin embargo, la decisión –que significó la liberación de 358 millones de dólares para la Argentina– sólo fue votada por doce de los veinte directores del organismo, en tanto los ocho restantes se abstuvieron. La votación reflejó la división existente en el seno del organismo y entre los países más poderosos acerca de la propuesta de reestructuración de su deuda con acreedores privados, que incluye una quita de 75 por ciento del valor nominal de las obligaciones.
En tanto, el ex funcionario del FMI Claudio Loser quien era el responsable de supervisar el caso argentino durante los ‘90, que como bien se sabe terminó en un fracaso rotundo, no se inhibe por ello: sostuvo ayer que el organismo crediticio le otorgó a la Argentina “el beneficio de la duda” al aprobar las metas del último acuerdo.