La patronal buscará ir el miércoles con una postura unificada a la reunión convocada por el Gobierno para analizar la implementación de un bono de fin año. Los directivos presentes en el 52° Coloquio de IDEA, que termina hoy en Mar del Plata, insistieron en que ese plus, casi simbólico de mil pesos para compensar la pérdida de poder adquisitivo de los salarios frente a la inflación deberá discutirse de manera sectorial. Rechazan que haya un piso en ese bono debido a la heterogeneidad de sectores y rubros económicos que quedarían comprendidos. La posición empresaria coincide con la vertida por el equipo económico macrista. El vicejefe de Gabinete, Mario Quintana, advirtió también ayer que el Gobierno no contempla definir un piso para el bono de fin de año, sino negociar “sector por sector”.

El bono de fin de año fue una consulta que los empresarios no pudieron evitar en los pasillos del hotel Sheraton, donde se lleva a cabo el coloquio, y las respuestas fueron casi calcadas. Mientras se muestran exultantes ante el cambio de rumbo económico y con altas expectativas para el año próximo (ver aparte), al momento de evaluar una mejora salarial desenfundan las quejas de falta de competitividad y altos costos. Incluso quienes niegan que haya una situación compleja en estos momentos, no ven viable implementar el bono.

“Son casos distintos. No se puede evaluar un bono para todos de manera unificada. Existen 815 paritarias que deberían revisarse sólo dentro de la actividad industrial”, sostuvo el director ejecutivo de Arcor y presidente de la Unión Industrial, Adrián Kaufmann Brea. El directivo insistió en que la reunión del miércoles próximo será para entablar un “diálogo de la producción”, no sólo para estudiar un bono. Kaufmann Brea consideró que los salarios de la industria son un 30 por ciento mayores que el resto de la economía, con lo cual no sería necesario aplicar un plus de cara al cierre del año. El empresario salteño José Urtubey, también de la UIA, se excusó en que el país viene de cuatro años de estancamiento de la actividad y también descartó que pueda aplicarse de manera uniforme. “No se puede unificar. Ni la CGT ni la UIA negocian salarios”, agregó. “No es momento de hablar de eso ahora”, se sumó el presidente de Siderar, David Uriburu. Para el presidente de Fiat Argentina, Cristiano Rattazzi, “no hay mucho margen para que otorguemos el bono de fin de año en la industria automotriz”.

La negativa no condice con la euforia que manifiesta el empresariado al prever cómo será el año próximo en materia de crecimiento. Kaufmann Brea dio por descontado un crecimiento en línea con la estimaciones oficiales, en torno al 2 o 3 por ciento. No obstante, al momento de prever la inflación del año próximo, sostuvo que estará en un rango de entre 17 y 22 por ciento y no del 12 al 17 que se proyecta en la ley de Presupuesto. “La apuesta es a que crezca Brasil”, detalló el representante de Arcor. Para Rattazzi, el crecimiento no será parejo ni alcanzará a todos los sectores.

En cuanto a la situación actual, los directivos de grandes organizaciones aseguraron que el arribo de importados no es una preocupación para la industria local. El aumento de las compras externas está afectando principalmente a las pequeñas y medianas empresas que no pueden competir con productos traídos de Brasil o China, lo que generó duras fisuras dentro de la UIA entre empresarios pymes y grandes CEO. “No hay preocupación por la importación”, se diferenció Uriburu, aunque Techint se suele quejar de las compras a China. Kaufmann Brea afirmó que se trata de un tema que se está arreglando a través de cupos para sectores sensibles, como textiles y calzados. Urtubey también justificó el salto de las importaciones en que habían quedado declaraciones juradas pendientes del anterior gobierno.

También negaron que haya un problema de consumo interno. El titular de Arcor aseguró que no hay problemas de ese tipo, pese a que esa situación motivó el adelantamiento de vacaciones a 400 personas de su planta de Colonia Caroya. “No fueron suspendidos, se les adelantaron las vacaciones en el marco de la ley y se mantienen los puestos, como en la industria automotriz, en donde se está trabajando 7 u 8 días al mes y cobran 75 por ciento del sueldo”, agregó Kaufmann Brea. Rattazzi confirmó esa situación pero no consideró que haya una crisis. Uriburu agregó que en Siderar se pasó de una caída acumulada del 20 por ciento hasta julio en las ventas a subir medio punto.