Lo ocurrido ayer en la Bolsa permite vislumbrar la manera en que funciona la plaza local en la rueda de negocios con las acciones. Los papeles empresarios registraron una suba promedio del 3,8 por ciento y recuperaron la mitad de lo perdido la semana pasada. Lo curioso es que esa escalada se dio mientras Roberto Lavagna y Horst Köhler mantenían su encuentro en Miami, y, obviamente, los operadores no tenían idea de los resultados del encuentro. Pero la verdad es que el mercado suele moverse de acuerdo con las expectativas. Y los inversores analizaron como positivo el solo hecho de que el director gerente del Fondo y el ministro se encontraran. Una señal de que la Argentina está dispuesta a escuchar los reclamos del FMI y de los países más poderosos y que, al menos por ahora, no saca los pies del plato. En este contexto, el dólar bajó dos centavos, a 2,95 pesos para la venta en las casas de cambio, ante una mínima demanda.
La última semana, las acciones bajaron el 7,8 por ciento por la incertidumbre de los financistas, en medio de las presiones para que el Gobierno flexibilice su oferta de reestructuración a los acreedores. Así como los operadores exacerban las bajas, también se suben a la tendencia contraria sin demasiados fundamentos. Más bien, con los mismos argumentos que tenían la semana anterior.
Existe una realidad: se espera que los balances de las empresas muestren ganancias más robustas que las del trimestre anterior. En las próximas semanas, los financistas estarán atentos a las sucesivas presentaciones. Se darán a conocer los resultados del último trimestre de 2003. Rafael Ber, de la consultora Argentine Research, fue directo: “Más allá del ajuste, las acciones son una de las escasas alternativas de inversión para aprovechar la robusta recuperación de la economía y la mejora del tipo de cambio real”, apuntó.
En las últimas tres semanas, el índice de papeles líderes MerVal cayó 16 por ciento, tras alcanzar un record de 1260 puntos. Ayer terminó en 1093. El volumen de transacciones fue importante: 41,1 millones de pesos, a los que se añadieron otros 12,9 millones en certificados de empresas extranjeras (Cedear).
En la city sostienen que la tendencia de largo plazo es positiva. En las consultoras estiman que el crecimiento para todo el año alcanzaría el 7 por ciento, abultando las utilidades de las compañías. Para los operadores, el avance en las negociaciones por la deuda en default sería la última valla para regularizar la economía.
Los papeles de mejor performance en la sesión fueron aquellos que más habían caído la semana anterior: Atanor (6,1 por ciento); BBVA Banco Francés (5); Telecom (4,5); Macro-Bansud (4,4); Grupo Financiero Galicia (4,3), y Petrobras, que recuperó 3,6 por ciento.