El Gobierno confirmó que a fines de marzo del año que viene eliminará los aranceles del 35 por ciento para el ingreso de computadoras, notebooks y tablets importadas. La decisión desarticula completamente a la industria local en esos segmentos. “La Argentina es el país de la región donde las computadoras son más caras. Ese sobrecosto lo pagan todos los ciudadanos”, dijo ayer el secretario de Comercio, Miguel Braun. Los gremios y las pymes fabricantes calculan que la medida puede generar 10 mil despidos. En cambio, el Gobierno dice que afectará a 1000 trabajadores. A ellos les promete cubrir la mitad de su salario durante un año y adelanta la creación de 15 mil empleos en tres años en el resto de la economía por la “mejora de la competitividad”.

“En la Argentina hoy una computadora cuesta 80 por ciento más que en Colombia, 50 por ciento más que en Chile y casi el triple que en Estados Unidos”, es el diagnóstico de Braun. Su plan es la desarticulación de la protección comercial, que generó un entramado de empresas alrededor de la fabricación de algunos componentes y el ensamblaje de partes importadas.

El impacto sobre el empleo es un hecho. El punto es cuántos puestos se perderán. La UOM y las pymes calcularon que serían hasta 10 mil empleos. Sin embargo, el Gobierno difundió ayer que 4900 personas trabajan en el sector, de las cuales 1000 se verían afectadas, en su mayoría del Area Metropolitana. “Los ministerios de Trabajo y Producción están trabajando para acompañar la transición con un plan que incluye capacitación, seguro laboral y acuerdos con nuevos empleadores, donde el Estado cubrirá hasta el 50 por ciento del salario por un año”, dice el comunicado oficial. El Gobierno también prometió implementar programas de financiamiento de 18 a 24 cuotas para las notebooks de ensamblado nacional y adquirir 250 mil unidades para el Programa Conectar Igualdad.