ECONOMíA
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Una nueva historia
Por Julio Alak *
La Argentina intenta escribir una nueva historia y parece que muchos todavía no se enteraron. El presidente Kirchner dio vuelta la página y con la vista levantada se plantó ante las naciones más poderosas de la Tierra con una propuesta razonable en la negociación por la deuda externa que permitirá un desarrollo del país después de más de 50 años. En las últimas décadas, los argentinos recibimos la misma receta mágica y neoliberal con distintos envoltorios por parte de los organismos internacionales de crédito y con un mismo resultado: el surgimiento y la consolidación de la exclusión social de gran parte de la población. Como mínimo, no debemos volver a ser ingenuos. Es obvio que con la misma receta ahora no vamos a obtener un resultado distinto al conocido. Es una regla que no se cumple en ninguna categoría económica ni humana.
Hasta el vocero del Fondo Monetario Internacional (FMI), Thomas Dawson, se encargó de que no quedaran dudas. Mientras el ministro de Economía Roberto Lavagna recibía en Buenos Aires a la misión del FMI, Dawson desde Washington dijo que el tema de la deuda en default “es un factor importante” en las negociaciones entre el organismo y la Argentina. La Argentina sobrecumplió las metas técnicas impuestas por el FMI, pero igual no están conformes. Ahora son los países con mayor cantidad de bonistas quienes exigen que nos endeudemos más. Sabemos que esto representa más ajustes para el pueblo, con posibles convulsiones sociales.
La presión sobre el gobierno argentino se agudizará en estos días hasta el límite de lo impensable porque el 8 de marzo el directorio del FMI deberá decir si aprueba la segunda revisión del acuerdo (ya aprobada por la misión en Buenos Aires), justo un día antes de que la Argentina tenga que pagar 3100 millones de dólares del vencimiento que opera con el FMI. Es un momento de decisión, en el que el Presidente no debe estar solo. El primer mandatario ya tomó la primera decisión cuando ofreció las metas económicas tanto a los organismos internacionales como a los acreedores privados. La responsabilidad parte de que la Argentina tiene una propuesta, que es una causa nacional, que permitirá cumplir con los compromisos contraídos dentro de un marco de crecimiento económico sostenido. Lo demás es conocido y nos es ajeno. Es ver la película dirigida por otro y de la cual ya conocemos el final. Por eso, la movilización popular mañana será el momento para reafirmar la voluntad de escribir una nueva historia.
* Intendente de La Plata