En los dos primeros meses del año la recaudación impositiva superó en casi 2000 millones de pesos las previsiones presupuestarias. Después de un enero con ingresos record, en febrero se consolidó la tendencia con un aumento en la recaudación del 36,7 por ciento respecto de igual mes del año pasado. La suba, en puntos porcentuales, fue incluso mayor a la de enero, cuando había sido de 27,8 por ciento en la comparación interanual. Los buenos resultados que viene obteniendo la AFIP se tradujeron en una superación de los objetivos planteados para el primer bimestre. En lugar de los 11.600 millones de pesos estimados, se consiguieron 13.500 millones. A pesar de la bonanza fiscal, el Gobierno descarta para el corto plazo una reforma tributaria que haga al sistema menos regresivo. El IVA, de hecho, sigue siendo el impuesto estrella.
El FMI y los acreedores siguen de cerca los datos de la recaudación. Si el país está obteniendo más recursos, razonan, existe margen para mejorar la oferta de reestructuración de la deuda. Néstor Kirchner en su discurso de ayer ante la Asamblea Legislativa volvió a descartar esa posibilidad, consciente de la presión externa para sacar provecho de ese excedente fiscal.
La recaudación de febrero ascendió a 6360,3 millones de pesos, 1706 millones más que en el mismo mes de 2003. El IVA fue el impuesto que más ingresos aportó, con 2153,6 millones. Tuvo una suba del 59 por ciento (799,4 millones más que en febrero del año pasado), explicada por la mejora de la actividad económica, la disminución del incumplimiento y las menores devoluciones a los exportadores. Alberto Abad, titular de la AFIP, aclaró respecto de este último punto que en enero ya se había saldado la deuda con los exportadores y por eso los reintegros disminuyeron respecto del año pasado. El funcionario también precisó que el aumento de las importaciones impactó favorablemente en la recaudación del gravamen, por el pago de los derechos de importación.
El IVA es el pilar de los ingresos. Su crecimiento viene superando ampliamente al del PIB. En el último trimestre de 2003, por ejemplo, la suba de su recaudación fue del 29,9 por ciento contra igual período de 2002, frente a una mejora estimada del PIB del 10,3 por ciento. La inflación que se espera para marzo –se proyecta en un 1 por ciento– daría al tributo un nuevo impulso en su escalada.
El impuesto a las naftas fue el único de toda la estructura tributaria que anotó una baja en febrero, del 3,7 por ciento. Ganancias y el impuesto al cheque tuvieron alzas del 31,8 y 30,3 por ciento, respectivamente. Este último gravamen generó 514 millones de pesos. De allí la cautela de Roberto Lavagna para reducir su alícuota. Se trata de un impuesto importante por su volumen de ingresos y el Gobierno quiere seguir mostrando un sólido desempeño fiscal. Una eventual rebaja de su tasa quedó para ser analizada en el segundo semestre.
Las retenciones a las exportaciones, en tanto, se mantuvieron estables, con una ligera suba de 0,9 por ciento contra febrero de 2003. La AFIP lo atribuyó en parte a la disminución interanual del tipo de cambio, de 3,2 a 2,9 pesos por dólar. En total generaron 625,6 millones de pesos.
Abad, por otra parte, informó que esta semana se reunirá con Lavagna para presentarle los proyectos de ley que formarán parte del segundo paquete antievasión, focalizado en una mejora de la Aduana y de la recaudación de los aportes a la seguridad social. También indicó que el organismo ya presentó algunas denuncias penales encuadradas en la figura de asociación ilícita, incorporada en el anterior paquete legislativo.