Los acreedores alemanes no paran de hacer lobby. La última movida fue una larga reunión, confidencial, en el Bundesbank (Banco Central alemán), en la que habría conseguido el compromiso del gobierno alemán de que “Alemania no respaldará a la Argentina con ningún dinero que venga del contribuyente alemán”.
La reunión, cuya realización se mantuvo en secreto hasta ayer, se produjo hace dos semanas, tras el regreso del ministro alemán de Finanzas a Argentina, Hans Eichel. Del encuentro participaron los más altos funcionarios alemanes, responsables de los temas económicos y financieros, así como los presidentes y directores de los principales bancos privados.
El secretario de Finanzas, Guillermo Nielsen, concluyó ayer en Leipzig (Este) una visita a Alemania de dos días durante la que participó en una reunión de viceministros del G-20 y en la que realizó infructuosos esfuerzos por convencer a los países desarrollados del G-7 para que apoyen la segunda revisión del acuerdo.
Una posición muy distinta manifestó el titular del grupo Santander Central Hispano, Francisco Luzón. “Argentina ha cumplido con las metas comprometidas ante los organismos internacionales”, aseguró y se mostró confiado en que se llegará a una “salida razonable” en la negociación con los acreedores privados.