ECONOMíA
› TRABAJADORES Y AUTORIDADES CONTRA PETROLERAS
Conflicto en los yacimientos
Los trabajadores más veteranos aseguran que desde la privatización de YPF no vivían un conflicto tan fuerte. Desde entonces, ya hace una década, atravesaron varios momentos difíciles. Pero ninguna huelga duró más de dos o tres días. Los 4500 trabajadores petroleros de las localidades de Las Heras, Pico Truncado y Caleta Olivia tienen paralizada la producción de hidrocarburos en protesta porque las empresas se niegan a aumentarles la ayuda alimentaria.
El reclamo ante las compañías ya lleva dos meses, pero la pelea se endureció en los últimos 15 días. Pese a las intensas negociaciones, las compañías petroleras se resisten a otorgar el incremento de la ayuda alimentaria –un régimen que está en marcha hace varios años–, y que se instrumenta mediante la entrega de tickets canasta. El reclamo es para llevar ese beneficio de los actuales 180 pesos a 440 pesos. “Es un reclamo justo. Las petroleras ganan mucho dinero y deberán pagar lo que corresponde”, dijo a Página/12 el intendente de Las Heras, José Luis Martinelli.
El último lunes, en asamblea general, los empleados decidieron parar la producción hasta que las compañías revean su postura. Las empresas involucradas son Repsol YPF, Vintage Oil, Pan American Energy, Petrobras, Chevron y Sipetrol.
En medio de la huelga, los empresarios enviaron 1500 telegramas de despido, la tercera parte de los trabajadores, aseguró Martinelli. Esa actitud exacerbó los ánimos. El vicegobernador de la provincia de Santa Cruz, Carlos Sancho, viajó ayer a Buenos Aires para interceder en el conflicto. Lo acompañó el titular de la Cámara de Diputados provincial. Ahora, antes de seguir negociando el aumento de los tickets, los trabajadores piden la anulación de los despidos y que se abonen los días de huelga.
Los trabajadores recibieron un fuerte respaldo político. Tienen el apoyo de los intendentes de las localidades afectadas y de los legisladores de la provincia. Página/12 pudo saber que existen contactos directos con la Casa Rosada para destrabar el conflicto.
Como no hubo respuestas positivas por parte de las compañías, representadas por la cámara del sector, los empleados organizaron una asamblea general que finalizó cuando ya era de noche. Los mil trabajadores reunidos ratificaron la medida de fuerza. Y decidieron acompañar la huelga con cortes de ruta, con el único objetivo de que no entren ni salgan camiones ni autos desde o hacia las plantas, y la toma pacífica de los yacimientos involucrados.
“Nosotros somos los intermediarios para que el reclamo justo de los trabajadores sea escuchado por los empresarios”, señaló Martinelli, en diálogo con este diario, al explicar el respaldo político a los empleados en conflicto.
La producción de hidrocarburos en Las Heras, Pico Truncado y Caleta Olivia asciende a 20 mil metros cúbicos diarios, lo que convierte a esa zona en la segunda de mayor producción de la Argentina.
La huelga general que ya lleva cuatro días pareciera modificar el mapa gremial de la zona. Martinelli contó que en los últimos años cada empresa tuvo arreglos particulares con sus empleados. Pero ahora ese modelo puede cambiar por la fuerza de los hechos. Esta es la primera vez en una década que los trabajadores parecen decididos a obtener una recomposición global de sus salarios. Cuentan a su favor con el apoyo político. Van a seguir necesitando de ese respaldo: entre junio y julio próximos se van a desarrollar nuevas negociaciones paritarias, y los empleados pretenderán aumentos salariales.