El presidente Eduardo Duhalde instruyó al secretario de Defensa de la Competencia, Pablo Challú, para que trabaje en forma conjunta con las asociaciones de consumidores en un proyecto destinado a conformar “centros de abaratamiento”, donde la gente pueda acceder a los productos de la canasta familiar a precios más económicos. Así lo informaron tras el encuentro que mantuvieron con el jefe del Estado la titular de Adecua, Sandra González, y la presidenta de la Asociación de Consumidores Argentinos, Patricia Vaca Narvaja.
Duhalde ya había recriminado a Challú el encontronazo mantenido con las asociaciones de consumidores cuando no fueron invitados por el funcionario para una reunión con supermercadistas y formadores de precios. Tras el episodio, el jefe de Estado pidió disculpas a los consumidores. El Presidente ratificó la voluntad de que los organismos defensores de los consumidores participen “activamente” en las discusiones con los formadores de precios y en la difusión de los medicamentos genéricos, una iniciativa del Ministerio de Salud para bajar los precios de los remedios.
Duhalde pidió también a Challú y al ministro de la Producción, José Ignacio de Mendiguren, que busquen mecanismos para que los productos exportables como el aceite y la harina, tengan “un precio diferencial en el mercado interno, para proteger a los consumidores”. En realidad, si realmente se quiere encontrar tal mecanismo, Challú y De Mendiguren no deberán andar mucho. La mejor manera de tener un precio diferencial menor en el mercado interno es mediante una adecuada política de retenciones. Sin embargo, todo indica que desde el gobierno se siguen prefiriendo los “parches” a las políticas efectivas. En vez de controlar la cotización del dólar y las remarcaciones, o en todo caso pensar en mecanismos de actualización salarial, se prefiere hablar de la promoción de “centros de abaratamiento”.
“Necesitamos, en medio de esta crisis difícil para la gente, con salarios detenidos, que lleguen alimentos a la gente a precios que yo estimo deben ser muy parecidos a los anteriores (a la devaluación)”, destacó Duhalde. “Para esto, necesitaríamos un nuevo sistema de comercialización y, por eso, lo que les he pedido a las asociaciones de consumidores y al gobierno es que elaboren muy rápidamente centros de abaratamiento, donde los productores puedan en forma directa venir a vender sus productos. Es importantísimo para la Argentina que esta devaluación sea competitiva”.
Por su parte, Vaca Narvaja señaló la necesidad de que éstos empiecen a funcionar “a la brevedad posible”. La semana próxima los consumidores se reunirán con el secretario Challú para discutir la conformación y composición de la canasta de alimentos. El gobierno ya trabaja con los supermercadistas en base a doce productos básicos de la canasta familiar. En cuanto a la canasta de medicamentos, las asociaciones de consumidores reclamaron específicamente que también sea integrada por remedios genéricos. Duhalde también garantizó la participación de las organizaciones de consumidores en las discusiones con las empresas privatizadas por tarifas y eventuales renegociaciones de contratos.