De los tres mayores dramas del mercado laboral argentino, el del desempleo es el que viene mostrando mayores signos de reversión. La precariedad e informalidad de los puestos de trabajo y los bajos salarios, en cambio, se presenta como una tarea más compleja para el Gobierno. En el primer aspecto, los datos son más que alentadores. Así lo destacó ayer el ministro de Trabajo, Carlos Tomada, quien cumplió con el rito de ir a la Casa Rosada para hacer el anuncio, tal como ocurre siempre que algún funcionario tiene buenas noticias para comunicar. El crecimiento del empleo en el último año fue “record”, con una suba de 6,7 por ciento en marzo respecto de igual mes de 2003. El mes pasado también mejoró contra febrero, un 0,6 por ciento. Y en el trimestre, el aumento fue de 1,5 por ciento. La suba “supera incluso las marcas registradas en la anterior fase de expansión del empleo, entre 1996 y 1998”, enfatizó el ministro.
La información surge de la Encuesta de Indicadores Laborales que realiza todos los meses el Ministerio de Trabajo. El estudio abarca consultas a 1408 empresas del Gran Buenos Aires (802), Gran Rosario (200), Gran Córdoba (198) y Gran Mendoza (208). En todos esos distritos crecieron en marzo las incorporaciones de personal en comparación con febrero. La mayor cantidad de altas se dio en Gran Córdoba, adonde las empresas tomaron a 49 trabajadores por cada mil puestos de trabajo (en el segundo mes del año, las incorporaciones habían sido 35 por cada mil). Después siguieron Gran Buenos Aires (con 32), Gran Mendoza (15) y Gran Rosario (14).
El documento de la cartera laboral no da precisiones sobre cuántas habían sido las altas en aquellos últimos tres distritos en febrero, lo que impide la comparación. Tampoco puntualiza la cantidad de bajas, sino que se limita a informar que “las desvinculaciones de personal aumentaron en marzo en los cuatro aglomerados relevados”. “Sin embargo –agrega–, estos incrementos no afectaron la variación del empleo.”
Una aclaración necesaria es que el estudio analiza la evolución del empleo privado y considera sólo los puestos de trabajo formales o “en blanco”. Para tener datos globales sobre la desocupación hay que esperar a la difusión de la Encuesta Permanente de Hogares del Indec, que se hace cada tres meses. De todos modos, la investigación de la cartera laboral anticipa cuál es la tendencia.
Una de las ramas de actividad que más empleo está generando es la construcción, que en marzo subió, considerando todos los aglomerados, 2,4 por ciento contra febrero. Después le siguen los servicios, con 0,9 por ciento, y la industria, con 0,8. Con tasas de interés planchadas y el dólar en baja, la construcción atrae inversores, muchos de ellos con dólares que tenían guardados en el colchón o en el exterior desde los tiempos del corralito. La contracara del aumento del empleo en la construcción es el incremento en los accidentes laborales. La mayor cantidad de horas trabajadas y la falta de medidas de seguridad son las principales causas que explican esa suba. Los últimos datos de la Superintendencia de Riesgos del Trabajo indican que los accidentes laborales aumentaron –en general– un 18,3 por ciento entre enero y septiembre de 2003 respecto a igual período de 2002.
En cuanto a la evolución de los salarios, Tomada sostuvo que, según datos del Indec, “hubo un crecimiento del 32 por ciento en la industria y en porciones que van de 20 a 40 por ciento en los distintos sectores de actividad”. El ministro agregó que hay un “crecimiento sostenido de los salarios, tanto en el empleo formal como informal”. La recuperación en la mayoría de los sectores no alcanza para compensar la pérdida sufrida tras la devaluación, con una inflación desde aquel momento que roza el 50 por ciento.
La expectativa de las empresas en materia de empleo para el segundo trimestre es un poco mejor a la que tenían hace un año para igual período. En Gran Buenos Aires, las compañías que suponen que incorporarán personalsuman el 14 por ciento, contra el 6,9 del año pasado, mientras que en Gran Córdoba son 9,8 (versus 8,9 por ciento de 2003) y en Gran Mendoza son 6,9 (desde 6,3). En Gran Rosario, en cambio, bajó a 10,0 desde 11,3. Una vez más, la forma en que están presentados los datos es incompleta, ya que no se informa cuántas empresas suponen que despedirán personal. “Otro dato alentador” del que dio cuenta Tomada es que “el 67 por ciento de las contrataciones son por tiempo indeterminado”.