La crisis del sistema ferroviario, que ya lleva varios años y a pesar de lo cual las compañías siguen recibiendo aumentos de subsidios, agitó las aguas en el Gobierno. El secretario de Transporte, Ricardo Jaime, advirtió que si las empresas no invierten en mejorar las condiciones en que prestan el servicio “es posible rescindir” los contratos de concesión.
Los trenes de la ex línea San Martín circularon ayer con una frecuencia de entre 10 y 12 minutos tras la intimación del Gobierno. Algunas formaciones, sin embargo, debieron demorarse porque mucha gente desafió la norma que prohíbe viajar en los estribos de los vagones, al encontrarse con trenes repletos.
Ante la consulta de qué hará el Poder Ejecutivo si las concesionarias ferroviarias no hacen las inversiones atrasadas, Jaime señaló que “si esto no se revirtiera, y si las causales (de los accidentes ferroviarios) fueran directamente producto de negligencias, por supuesto” que se anularían los contratos. “Hay que hacer obras, extender los andenes para que entren más vagones”, agregó el funcionario.
Metropolitano, el concesionario más cuestionado en este momento por los problemas en la línea San Martín, recibió severos cuestionamientos por parte de la Auditoría General de la Nación. A pesar de ello, hasta el momento la secretaría que conduce Jaime no hizo grandes avances para obligarlo a cambiar de actitud. Incluso, el Gobierno acaba de pagar la deuda que tenía la empresa y por la cual no ponía en circulación una decena de locomotoras.
Jaime es muy criticado por asociaciones ferroviarias, como la Comisión Nacional Salvemos al Tren o la Asociación de Personal de Dirección de Ferrocarriles Argentinos.