Por C. S.

La causa judicial que la Aduana sigue contra la petrolera estadounidense Esso, acusada por el contrabando de 14.500 toneladas de petróleo crudo, sumó esta semana 11 detenidos a los 4 que se encontraban incomunicados desde el pasado viernes. Tres de los nuevos presos son empleados de la petrolera, seis pertenecen a la Aduana, mientras que dos son oficiales de buque. Por su parte, Esso continúa rechazando su responsabilidad en el “presunto contrabando”. La Aduana analiza ahora la posibilidad de pasar a canal rojo todas las operaciones de la compañía, lo que significa la verificación exhaustiva de la documentación y el control físico de las mercancías. Las detenciones habían sido adelantadas por Página/12 en su edición del pasado lunes.
Los hechos que investiga el Juzgado Federal de Campana, donde Esso posee su principal refinería, surgieron a partir de las dificultades que enfrentó la petrolera estadounidense para justificar el citado cargamento de 14.500 toneladas de crudo alijadas, esto es trasvasadas a un buque menor para reducir el calado del buque madre, de más de 45.000 toneladas y permitirle así su ingreso por el Paraná hasta el puerto de Campana.
Según un comunicado hecho llegar por Esso a esta redacción el pasado martes, la firma contaría con la documentación que respalda la reexportación de la totalidad de las 45 mil toneladas de petróleo crudo Merlin que, proveniente de Brasil, fuera ingresado al país como “importación temporaria”. La Aduana sostiene en cambio que alrededor de un tercio del cargamento fue comercializado en el mercado interno y que no consta su ingreso al puerto de Campana.
Según aducen los investigadores de Aduana, tanto Esso como los agentes marítimos cambiaron sus declaraciones durante el trascurso de la causa. En el citado comunicado, la multinacional estadounidense argumentó que “durante el proceso Esso ha colaborado proactivamente con la Justicia, realizando varias presentaciones espontáneas tendientes al esclarecimiento de los hechos investigados”.