ECONOMíA
› NUEVAS SUBAS DEL GASOIL Y LA HACIENDA. PROBLEMAS DE ABASTECIMIENTO
Los precios, sin retenciones ni corralito
Los remedios oficiales no logran frenar la escalada de precios. Dudas sobre la canasta básica de alimentos a bajo precio, que moriría antes de nacer. Volvió a subir la hacienda y el alza en las carnes sería del 25 por ciento. Duhalde probaría bajarle impuestos a los combustibles.
› Por Raúl Dellatorre
Al Gobierno le empiezan a resultar cortas las extremidades para atajar los pelotazos que, en materia de precios, le llueven desde diferentes frentes. Hoy se conocerá el incremento del costo de vida en marzo, que estaría más cerca del 4 que del 3,1 por ciento que, con cierto optimismo, se anunciaba extraoficialmente un par de semanas atrás. En los últimos diez días, se ha vuelto a verificar una serie de aumentos en distintos sectores, en medio de temores y advertencias sobre probable desabastecimiento de insumos y bienes finales. Los combustibles, la carne y alimentos forman parte de la lista. Ayer, mientras en la Secretaría de Defensa de la Competencia intentaban en una reunión intersectorial frenar el aumento del pan, desde las organizaciones de consumidores se denunciaba a los supermercados por boicotear la conformación de una canasta básica de alimentos a bajo costo.
La petrolera Esso dio a conocer anoche la nueva lista de precios de sus combustibles, con aumentos del 3,7 por ciento promedio en las naftas y 7,3 por ciento en el gasoil. Ayer a la madrugada, en algunas estaciones de servicio porteñas cercanas a las cabeceras de línea, se podía apreciar largas colas de colectivos cargando gasoil. Según los transportistas, las refinerías no le están entregando combustible, por lo que tienen que optar por la compra minorista, a mayor precio. Según las petroleras, los transportistas stockean gasoil en sus depósitos y compran afuera el que necesitan para circular, especulando con futuros aumentos. El presidente de la Nación, Eduardo Duhalde, convocará la semana próxima a empresarios petroleros para analizar si una baja en la carga impositiva a los combustibles podría actuar como ancla a la actual disparada en los precios. De acuerdo a estudios que especialistas le acercaron al primer mandatario, al valor actual del dólar y del barril del petróleo, el precio promedio de las naftas recién se estabilizaría en 1,35/1,40 pesos por litro y el gasoil, a un peso el litro, con incrementos sobre los valores actuales del 15 al 20 por ciento para naftas y del 40 por ciento para gasoil.
Según el director de Relaciones Institucionales de Esso, Tomás Hess, “se puede prever una falta de diesel (gasoil) en el mercado local a corto plazo, por falta de importación”. Recordó que el 20 por ciento del consumo local está abastecido por gasoil importado. Además, tanto Esso como Shell refinan petróleo adquirido a terceros a precio internacional, aunque se trate de productores locales. Pero las naftas y el gasoil surgen de destilería en proporciones fijas por barril de crudo procesado. Para abastecer la demanda interna de gasoil, incrementada por el aumento en el parque automotor de los autos gasoleros, debería producirse un excedente de naftas sobre el consumo de difícil colocación en el mercado internacional. Pese a este excedente, el precio de las naftas no tiende a bajar sino a subir, por el carácter monopólico de la oferta. Este es el problema al que el gobierno no le encuentra solución, salvo la de resignar ingresos a través de una baja de impuestos.
La carne promete convertirse en un nuevo dolor de cabeza para las autoridades. Ayer se produjo un incremento adicional en el precio de la hacienda, acumulando un 45 por ciento en dos semanas. Manuel Sineiro, titular de la Asociación de Propietarios de Carnicerías de la Capital, estimó que dicho impacto en el precio de la hacienda se reflejará en una suba del 15 al 25 por ciento en los precios en mostrador. Citó, como referencia, que un kilogramo de asado se venderá en promedio a 4,80 pesos y las milanesas, de 5,50 a 6,50 pesos. Señaló, además, que tanto carnicerías como supermercados enfrentan problemas de abastecimiento por la retracción de oferta de los frigoríficos, ante la incertidumbre sobre la evolución de precios. Miguel Paulón, secretario de Agricultura, se manifestó en cambio optimista en cuanto a que en los próximos días “se va a normalizar el ingreso de hacienda (al mercado), porque la escasa ofertase debió al feriado y a las lluvias”, por lo cual los precios tenderían a bajar, en vez de subir.
Aduciendo problemas de agenda, ayer volvió a suspenderse un encuentro entre el Secretario de Defensa del Consumidor y la Competencia, Pablo Challú, y los directivos de la Cámara de Supermercados. Las entidades de usuarios y consumidores interpretaron que la postergación se debía a la resistencia de las grandes cadenas a una canasta de alimentos básicos a precios económicos. De un listado inicial de 80 productos, su composición ya se redujo a 12, según informó a este diario la presidenta de una de las organizaciones. Pero, por otro lado, fuentes oficiales confiaron que el gobierno tampoco ve con demasiada simpatía la propuesta de la canasta básica. “Nos van a mandar al frente a hacer campaña por productos de baja calidad, y enseguida van a salir los hipermercados con ofertas a menor precio de productos de marca. ¿Alguien duda que pueda haber zancadillas a estas políticas de intervención?”.
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