ECONOMíA
› LAS CONCLUSIONES DE LA UNCTAD EN SAN PABLO, BRASIL
Todo está como era entonces
La globalización, para los países subdesarrollados, resultó más perjudicial que beneficiosa. Las desigualdades entre las grandes potencias y los países desarrollados con las naciones pobres se mantuvieron sin cambios, tal como ocurre desde hace cuarenta años. Los productos que se exportan desde los países del Sur tienen precios bajos y volátiles y existen restricciones para su ingreso en el Norte. Estas fueron las principales conclusiones de la Conferencia de la ONU para el Comercio y el Desarrollo (Unctad, por la sigla en inglés), el organismo de las Naciones Unidas que “vela por una más justa inserción de los países más pobres en el comercio internacional”. La décima primera conferencia finalizó ayer en San Pablo, tras cinco días de reuniones.
“El desarrollo sigue siendo la cuestión fundamental en la agenda mundial”, asegura el documento “Espíritu de San Pablo”, entregado ayer al término de la conferencia que reúne cada cuatro años a ministros y representantes de comercio de 192 países.
“Los contrastes entre los países desarrollados y en desarrollo que caracterizaban al mundo a principio de los años sesenta persisten en la actualidad”, denunció la Unctad, que criticó también que “la mayoría de los países en desarrollo, en especial los de Africa y los menos adelantados, han quedado al margen del proceso de globalización”.
El proyecto más ambicioso lanzado por la Unctad fue una ronda de negociaciones entre los países del Sur, paralela a la que ocurre en la Organización Mundial del Comercio (OMC), que permite aplicar preferencias comerciales a países en desarrollo sin tenerlas que dar a los países ricos. Esta ronda, cuya negociación durará dos años, pretende consolidar el intercambio comercial Sur-Sur.
“El crecimiento inestable, los bajos precios de los productos básicos y la inestabilidad del sistema financiero internacional en una economía mundial cada vez más interdependiente han hecho más difícil para los países en desarrollo la tarea de aprovechar los posibles beneficios de la mundialización”, enfatiza la declaración final. Otro aspecto que preocupa a los países en desarrollo son las distorsiones en el mercado de materias primas. “La baja y la inestabilidad de los precios de los productos básicos en los mercados mundiales y el consecuente deterioro de la relación de intercambio han reducido el crecimiento económico de muchos países en desarrollo (...) contribuyendo a un aumento de la pobreza y el endeudamiento”, remarcó.
“Más de 50 países en desarrollo obtienen más de la mitad de sus ingresos de exportación de tres o menos productos básicos”, subrayó la Unctad. También señaló que “durante la década del 90 aumentó la deuda externa, tornándose insostenible en muchos países en desarrollo”, lo que constituye “un grave obstáculo al desarrollo”.