La Bolsa empezó la semana para el knock out y terminó con una fiesta. En el marco de una ola compradora, las acciones subieron ayer 4,6 por ciento en promedio, prolongando una racha de cuatro alzas consecutivas. En total se negociaron 53 millones de pesos, casi el doble de lo que venía operándose. La clave estuvo en la participación de las AFJP y de algunos fondos internacionales, que aprovecharon los precios bajos después de las últimas turbulencias.
Hay una clave para comprender el cambio de humor de los financistas: el hecho de que el contexto internacional es más benévolo de que lo se creía. Así quedó demostrado con la última intervención de Alan Greenspan, el presidente de la Reserva Federal (banca central estadounidense), cuando expresó que el proceso de suba de la tasa será gradual. Quedó descartada entonces una estrategia agresiva, que golpearía especialmente a los países emergentes como la Argentina tanto por la aversión de los capitales como por la baja en los precios de los commodities.
Frente a un panorama más despejado, los inversores se tentaron con los precios bajos que mostraban las acciones. Se desató una ola de compras y en cuatro jornadas los papeles avanzaron 11,3 por ciento. Los sectores preferidos: construcción y bancos. El primero porque la economía sigue dando muestra de fortaleza. Siderar y Acindar lideraron ayer las subas, con 7 y 5 por ciento, respectivamente. Con respecto a las acciones bancarias, los operadores creen que tienen un elevado potencial de crecimiento, tras las fuertes caídas de los últimos meses. Las predilectas son Grupo Financiero Galicia y MacroBansud.
Santiago Caroni, analista de Puente Hermanos, explicó las razones de su optimismo, en diálogo con Página/12: “Los últimos datos económicos son positivos y lo mismo sucede con las empresas cotizantes. Se prevén otra vez buenos balances para este trimestre, en un contexto donde las compañías en default están cerrando acuerdos con sus acreedores”, apuntó el especialista. En la city creen que la próxima empresa que arreglará su situación financiera es Telecom, que mejoró su propuesta.
Otro factor que animó a los corredores fueron los últimos datos oficiales, con la revisión al alza del crecimiento del primer trimestre, que finalmente fue del 11,2 por ciento. En un clima positivo hubo compras de parte de inversores institucionales, tanto locales (AFJP y fondos comunes de inversión) como extranjeros. Esta intervención hizo que el volumen de negocios se duplicara respecto del promedio de las últimas semanas.
Otro analista, Claudio Zuchovicki, dijo a este diario que las acciones tienen buenas chances de continuar hacia arriba. “Las empresas están ganando dinero y esa realidad no se refleja en el precio de sus acciones”, apuntó.
Hace exactos tres meses, el MerVal alcanzó el record de 1275 puntos. Ahora se encuentra en 951. En la city se entusiasman con que los papeles recuperen ese 25 por ciento que falta para aquel máximo. Para los operadores hacen falta dos cosas: que Greenspan cumpla con su última promesa y que el Gobierno cierre trato con los acreedores. Con un dólar planchado y las tasas de interés por el piso, la Bolsa tuvo su semana de protagonismo.