”A mí me parece que no vamos a tener reactivación. No podemos reactivar con la política de esperar a que el Fondo se decida, porque la anemia económica es muy grande”. El gobernador de la provincia de Buenos Aires, Felipe Solá, salió ayer a criticar duramente al FMI y, por elevación, a la administración Duhalde, que en estos días se juega todo por conseguir un paquete de asistencia financiera de Washington. Justamente, casi como respondiéndole a Solá, el Presidente insistió con que el país “necesita ayuda internacional” y que su gobierno “tiene que seguir trabajando”.
En los últimos días, los funcionarios de la misión del FMI volvieron a presionar por la eliminación de los bonos provinciales y a disparar contra la provincia de Buenos Aires, una de las más necesitadas de esa clase de financiamiento. “Si el Fondo va a definir una ayuda para Argentina debe hacerlo rápido”, aseguró. “El silencio del FMI prolonga la recesión y la depresión económica. Mi país no puede estar esperando permanentemente. Son 38 millones de personas, y hay 14 millones de pobres”, acusó, ayer Solá.
“Hemos hecho muchas cosas que debíamos hacer, muchas de las que pide el Fondo son correctas, pero no se le pueden conceder tampoco medidas aisladas”, dijo Solá, al ser consultado por las medidas que exigió y las que sigue exigiendo Washington. En relación a las primeras, no dudó en afirmar que “el dólar libre es una medida equivocada que el Gobierno tomó presionado exteriormente”.
En contraste con el gobernador de Buenos Aires, Duhalde fue mucho más conciliador. Por un lado, se mostró confiado en que el acuerdo con Washington está cada vez más cerca. “Tengo la impresión de que va a haber ayuda” del FMI, dijo en su programa radial –”Conversando con el Presidente”– emitido ayer desde Chaco. Por otro lado, aceptó que para lograr dicho apoyo “tenemos que seguir trabajando en estos días con las delegaciones del FMI” que están en Buenos Aires. “Espero que este mes quede más o menos arreglada la situación”, auguró.