El mismo día en el que el Senado le iba a dar media sanción a la ley de creación de Enarsa, el Poder Ejecutivo volvió a poner en primer plano ayer su disputa con las petroleras y lanzó un mensaje de impugnación a los recientes incrementos en los combustibles dispuestos simultáneamente por las cuatro refinadoras que se reparten el 95 por ciento de las ventas. El presidente de la Nación, Néstor Kirchner, volvió a acusar a las empresas del sector de haber intentado provocar una crisis energética y les advirtió, con respecto al reciente aumento de los combustibles, que “tienen que entender que acá viven argentinos que no pueden ser vapuleados todos los días por el precio de las naftas”. A medianoche, el Senado se disponía a aprobar en general el proyecto de creación de la empresa energética estatal Enarsa, luego de un extenso debate en el que tanto la oposición radical como algunos provinciales expusieron sus reparos y diferencias con la propuesta del Ejecutivo.
Kirchner volvió a la carga contra las petroleras al caer la tarde, cuando encabezó un acto en la Casa de Gobierno junto a trabajadores rurales. Otra vez, sin que el tema “petróleo” estuviera en el centro de la escena, el Presidente igual volvió sobre él para recordarles a las empresas del sector que “están en la Argentina pero tienen que trabajar; que tengan rentabilidad, pero que dejen de hacer zancadillas como la que pretendieron hacer en abril para ver si nos generaban una crisis energética”. Les advirtió, además, de que “es hora de que se comprometan con el país” y las llamó a terminar “los gasoductos que tienen que hacer” y a abrir “nuevos pozos petroleros, que pueden generar miles de puestos de trabajo”.
Aludiendo a la creación de Enarsa, aunque sin mencionarla, Kirchner se dirigió a los trabajadores rurales que participaban del acto en Casa de Gobierno para señalarles: “Miren si el país manejara la ecuación energética y tuviéramos una participación activa de la explotación petrolera: estaríamos manejando miles de millones de pesos que serían fuerte polea de crecimiento para la Argentina”.
Horas antes, el jefe de Gabinete también se había referido a las petroleras, reclamándole más inversiones en exploración de hidrocarburos. Alberto Fernández denunció que “las inversiones de estas empresas cayeron sensiblemente y no ha sido producto de la pesificación, sino que ya desde mucho tiempo atrás habían dejado de desarrollar inversiones en la búsqueda de más petróleo o más gas”. En ese sentido, subrayó que las empresas de hidrocarburos “han dejado de explorar, han dejado de invertir en explotación y han dejado de invertir en transporte de gas y ahora ha llegado la hora de que lo hagan”.
Por otra parte, el Senado comenzó pasadas las 20 el tratamiento de la ley de creación de Enarsa. Nicolás Fernández, senador santacruceño, actuó como miembro informante del proyecto del Ejecutivo, que impulsa la incorporación de una presencia estatal en el sector energético con facultades de actuación amplias. Fernández, titular de la Comisión de Energía y Combustibles de la Cámara alta, señaló en su alegato que Enarsa “llega para romper con la cadena neoliberal de los noventa, y no para volver al monopolio estatal”. “Es un justo medio entre la situación anterior y la actual; con un Estado gendarme que no deje hacer de más y que controle para intervenir en beneficio de la República y de los ciudadanos”, expresó.
Según expresa el proyecto, Enarsa tendrá por objeto llevar a cabo, por sí o por terceros, la exploración y explotación de yacimientos líquidos o gaseosos, el transporte, el almacenaje, la distribución y comercialización de estos productos. El texto destaca que Enarsa “tendrá la titularidad de los permisos de exploración y de las concesiones de explotación sobre la totalidad de las áreas marítimas nacionales que no se encuentren sujetas a permisos o concesiones vigentes”. “Enarsa podrá operar en cualquier segmento de la cadena de valor de los bienes energéticos en forma integrada o independiente a través de unidades de negocios específicas; yen su actividad propenderá a promover la innovación tecnológica”, dice, además, en su artículo tercero.
Previo al tratamiento de este proyecto, la Cámara alta aprobó y giró a la Cámara de Diputados el aval al acuerdo transitorio entre el Gobierno y Aguas Argentinas, lo que le permitirá al Gobierno avanzar en la renegociación de las concesiones con las empresas públicas, dado que la ley establece que se cae ese convenio si existe un expreso rechazo del Parlamento en un plazo de 60 días.