ECONOMíA
› EL TESORO CERRO JULIO CON 500
MILLONES MAS DE SUPERAVIT QUE LO PREVISTO
Jubilados y estatales tocan la puerta
Plata es lo que sobra, el problema es que son muchos los que reclaman un resarcimiento. Así se podría leer el particular momento del fisco, con recaudación impositiva y previsional en niveles record y una diferencia a favor muy superior a la presupuestada.
› Por David Cufré
Aunque parezca difícil de creer, al Estado le sobra dinero. Desde que Roberto Lavagna asumió al frente del Ministerio de Economía, sólo dos meses terminaron con déficit. Los otros 27 hubo superávit. El de julio volvió a ser muy superior al previsto: 1656,2 millones de pesos, contra estimaciones oficiales y del sector privado que lo situaban en torno a los 1100 millones. La diferencia entre ingresos y gastos es tan grande en favor de los primeros que el “problema” para el Gobierno es cómo resistir las presiones de quienes pretenden quedarse con una porción de ese excedente. Los reclamos internos son principalmente de trabajadores estatales, jubilados y beneficiarios de planes sociales, que piden aumentos en sus haberes o subsidios. Desde el exterior, el FMI y los acreedores exigen una mejora en la propuesta de reestructuración de la deuda.
Se suponía que en todo el año el gobierno nacional debía obtener un superávit de 10.800 millones de pesos. Así figura en el acuerdo con el Fondo. Sin embargo, entre enero y julio ya se consiguieron 13.488,4 millones, y todavía quedan cinco meses por computar hasta el final de 2004. Si se excluyen febrero y mayo, que por cuestiones estacionales presentaron resultados muy distintos a los del resto de los meses (febrero por la cantidad de días y mayo por el vencimiento de Ganancias), lo normal este año ha sido que el superávit promediara los 1500 millones de pesos mensuales. A esta altura, en 2003 el superávit llegaba a 5510 millones de pesos. Es decir, este año se produjo una suba del 144 por ciento.
El último viernes, Lavagna contestó de antemano cuál es su plan, sabiendo que unos días después debería responder qué hará con el dinero sobrante. “Lo mejor es manejarse con prudencia y hacer reservas para aplicarlas a los fuertes vencimientos de deuda del año que viene”, expresó. La recomendación valía tanto para la Nación como para las provincias, que también superaron largamente los objetivos fiscales planteados para el año. En el caso de los distritos del interior, el superávit primario trepó en el primer semestre a 6000 millones de pesos, equivalentes al 1,4 por ciento del PIB, contra un compromiso asumido con el Fondo de 0,6 por ciento.
En 2005, el Gobierno necesitará financiarse en los mercados por unos 2700 millones de dólares. Así lo estiman especialistas del sector privado en asuntos presupuestarios, en función del superávit que anticipó Lavagna (2,7 puntos del PIB) y a los compromisos de deuda impostergables. La opción del jefe de Hacienda es ahorrar ahora para no tener que pedir prestado después. Y para no pagar una tasa de interés de más del 10 por ciento, como dicen en la city que le pedirán al Gobierno.
“Hay que hacer como toda familia endeudada. Para recuperar libertad hay que ir cancelando la deuda, de una manera progresiva, en la medida de nuestras posibilidades”, destacó Lavagna. También dijo que no es conveniente volcar el superávit a gastos corrientes –como aumentos de sueldos a estatales–, sino que es mejor ahorrarlo y, en todo caso, destinar una parte a la inversión.
Sobre los resultados de julio, el superávit primario de 1656,2 millones de pesos se explica en buena medida por el fuerte aumento de los ingresos de la seguridad social. El excedente en esa área llegó a 1287,6 millones de pesos. Es una cifra histórica. Hacía 17 años que el sistema no entregaba resultados positivos. Entre enero y junio se habían acumulado 234,6 millones de pesos, a los que hay que agregar ahora los 1287,6 millones. En total, son 1522,2 millones. La suba del 10 por ciento en las jubilaciones de hasta 1000 pesos que acaba de disponer el Poder Ejecutivo costará 454 millones hasta fin de año. Eso quiere decir que el sistema previsional terminará con plata sobrante. Lavagna sugirió a la Anses guardar ese dinero para tenerlo como reserva frente a cualquier contingencia, en lugar de disponer nuevos aumentos de las jubilaciones.