A pesar de la fuerte ganancia en competitividad que significó para la economía la devaluación, las exportaciones no terminan de reflejarlo con un aumento considerable. Y lo que aparece como suba se explica fundamentalmente por una mejora en los precios de los productos vendidos al exterior, antes que por un incremento en las cantidades colocadas. Ese comportamiento desató un debate entre economistas, empresarios y el Gobierno, que ayer se reeditó en un seminario de la Cámara de Exportadores (CERA), con motivo del Día del Exportador. Roberto Lavagna acudió allí con intención de rebatir las críticas. De entrada entregó un dato para impactar: las exportaciones este año marcarán un nuevo record, con 33.500 millones de dólares.
Lo siguiente que dijo el ministro de Economía fue que la nueva marca supera en más de 7000 millones de dólares las ventas de 1997, cuando se mantenían “estancadas” por el atraso cambiario. “Hasta 1997 –precisó Lavagna–, las exportaciones estaban clavadas en alrededor de 26.000 millones de dólares.” El ámbito donde dio su discurso respaldó ideológicamente las principales políticas de la década pasada, a pesar de que para los exportadores un tipo de cambio tan poco competitivo como el de la convertibilidad no fuera el mejor negocio. Con esa prevención, el titular de Hacienda enumeró una serie de hechos positivos en el frente externo: “En los últimos 18 meses se incorporaron 2500 empresas” al grupo de las exportadoras, por lo cual ahora figuran en esa condición 13.800 compañías.
Las ventas de las pymes, siguió Lavagna, “representan el 12 por ciento del total”. “Por cada millón de dólares que exporta una pyme, se crean 42 puestos de trabajo, mientras que por la misma cantidad de dinero que exporta una empresa grande, se crean 26”, precisó. Luego detalló, siempre para demostrar el éxito del Gobierno en la promoción del comercio exterior, que las ventas subieron en todas las regiones del país: las del NEA crecieron 18 por ciento, las pampeanas 15, las de Cuyo 12, las del NOA 9, y las patagónicas 8. Las únicas dos provincias que quedaron afuera del envión son Tucumán y Tierra del Fuego.
A pesar de tantos datos, cuando le llegó el turno de hablar al dueño de casa, el presidente de CERA, Enrique Mantilla, se quejó por el pobre desempeño en los mercados externos de la industria manufacturera en comparación con las commodities. El empresario se refirió a los montos exportados de soja, maíz, gas y petróleo, que en relación con 2001 vienen creciendo al 18 por ciento promedio anual, contra el resto de las exportaciones, que mejoraron “sólo” un 4 por ciento. Mantilla reclamó “una nueva visión” de las exportaciones y estimó que “el Mercosur es una promesa incumplida que debe ser redefinida”.
El encargado de responderle fue el secretario de Industria, Alberto Dumont, quien destacó que las exportaciones de manufacturas de origen industrial empezaron a recuperarse “en febrero y marzo del 2003”, sobre todo en rubros como materiales plásticos, textiles, cuero y marroquinería y papel y cartón. Aunque admitió que las exportaciones de manufacturas de origen agropecuario están “fuertemente concentradas”, Dumont señaló que entre las industrias que exportan “el panorama es diferente, porque allí tienen preponderancia las pymes”.