ECONOMíA
› LA FED DISPUSO OTRO INCREMENTO DE LA TASA DE INTERES
Alan aplica el paso a paso
El titular de la Reserva Federal (banca central estadounidense), Alan Greenspan, ajustó otro cuarto de punto la tasa, al elevarla a 1,75 por ciento anual. El impacto de esa suba en la Argentina.
› Por Claudio Zlotnik
Por tercera vez en el año, Estados Unidos volvió a subir la tasa de interés. La intervención de ayer también fue de un cuarto de punto, por lo que la tasa de corto plazo ya se ubica en 1,75 por ciento anual. La decisión de Alan Greenspan confirma el cambio de tendencia en el escenario financiero internacional. Sin embargo, el anuncio fue recibido con beneplácito por los financistas y potenció la ola de compras de activos financieros. Las acciones, que a mitad de la rueda mostraban una suba de 0,8 por ciento en promedio, terminaron con un signo positivo de 2,1 por ciento.
El optimismo de los operadores se debe a que Greenspan se viene moviendo de manera cautelosa, tal cual lo habían previsto en la city. De hecho, tras los primeros tres retoques alcistas, la tasa internacional trepó de 1 a 1,75 por ciento anual y se sitúa en el mismo nivel que mostraba a finales de 2001. En Wall Street suponen que, reafirmando esta política sin sobresaltos, la Reserva Federal cerrará el año con una tasa de 2 por ciento anual.
Si bien la suba en el costo del dinero es una mala noticia especialmente para los países endeudados como la Argentina, el hecho de que la FED se maneje en forma previsible aleja los temores a un escenario de crisis. Cada vez que Estados Unidos dispuso un ciclo alcista de la tasa fue de forma acelerada, una característica que provocó tormentas financieras. Ocurrió durante la década del 80, cuando el costo del dinero se duplicó –del 3 al 6 por ciento anual– en menos de un año. Y también a partir de finales de 1994, que desembocó en la crisis del Tequila.
Esta vez parece diferente. Greenspan no sólo actúa con cautela sino que, además, reconoce que la economía estadounidense crece a un ritmo interesante, a pesar de que no se crean los puestos de trabajo deseados por la administración Bush en medio de la campaña electoral. “La política monetaria sigue siendo flexible (...) y aporta un soporte continuo a la actividad económica”, señaló el directorio de la FED a través del comunicado oficial tras la reunión de rutina. Para aventar los temores, la nota añadió que “la inflación y las expectativas de inflación han disminuido en los meses recientes”.
Pese a la reacción positiva de los mercados, lo cierto es que la suba de la tasa tiene varios efectos negativos para la economía argentina.
- Un incremento en los pagos de la deuda que no está en default. Según un informe de M&S Consultores, por cada punto que sube la tasa internacional la Argentina debe girar 259 millones de dólares adicionales por año. O sea, el cuarto de punto de aumento de ayer implica 65 millones anuales.
- La posibilidad de una caída en los precios internacionales de los productos que la Argentina exporta. El valor de la soja, por ejemplo, bajó un 40 por ciento desde sus máximos de abril último.
En este contexto, algunas consultoras de la city ya advirtieron que, a largo plazo, el alza de la tasa internacional amenaza con tornar de positiva a deficitaria la cuenta corriente argentina. O sea, que las divisas que ingresen por exportaciones y servicios sean menores que las que salgan para cumplir con los pagos de la deuda y giro de utilidades. Este déficit estructural podría darse, afirman en el microcentro, en el proyectado caso de que Estados Unidos siga elevando la tasa. El consenso de Wall Street es que en 2005 la tasa de corto se ubicará entre 4 y 4,5 por ciento anual.
A pesar de que hace unos meses algunos economistas preveían que este ciclo alcista perjudicaría la reestructuración de la deuda –ya que los acreedores demandarían una tasa de interés superior–, ahora algunos piensan lo contrario. Por caso, Fabián Abadie, de Merchant Bankers Asociados, comentó en diálogo con este diario que ante la previsibilidad de los movimientos por parte de la FED acrecentó el apetito de los inversores de activos financieros de los emergentes. Y que ése fue el motivo que disparó al alza a las principales Bolsas de la región, incluida la de Buenos Aires. El índice de acciones líderes MerVal ya se acerca a los 1100 puntos, por lo que ya recuperó todo lo perdido en el año. La apuesta es que Greenspan no perderá la cautela aun cuando la próxima reunión de la FED se produzca ocho días después de las elecciones presidenciales en Estados Unidos.