El secretario de Finanzas, Guillermo Nielsen, se mostró optimista sobre la reestructuración de la deuda en cesación de pagos. “El problema estará resuelto antes de fin de año”, consideró, situación que “terminará con la incertidumbre” que limita la reaparición del crédito. En tanto, ayer se informó que no prosperará un pedido de acreedores italianos para embargar cuentas oficiales del Estado argentino en Roma pero, por ahora, aunque escasos, los fondos continúan trabados.
La inauguración del 9º Congreso Internacional Inmobiliario, un evento privado realizado en un hotel céntrico, no parecía el lugar más predecible para hablar de la reestructuración de la deuda, pero Nielsen no pudo dejar de asociar la realidad sectorial con su función actual. La reestructuración de la deuda es “uno de los mayores escollos en lo que hace al diseño de la política económica y a la libertad de la república de elegir su camino”, afirmó. No obstante, la “incertidumbre” que este problema provoca se despejará “muy pronto”, lo que permitirá que “la Argentina vuelva a ser un país normal, con acceso al crédito”, expresó.
Y si la reestructuración de la deuda es, efectivamente, uno de los mayores escollos de la política económica, superarlo “es una tarea complejísima”, sentenció. Pero “con el canje de deuda solucionado, que tiene que estar resuelto antes de fin de año, apuntamos a que el 2005 sea un año muy diferente, que debería representar la vuelta real a la normalidad, al crecimiento, a la serenidad y a la innovación”, se entusiasmó. Nielsen, quien fue asesor de la Cámara Argentina de la Construcción y que es acompañado en su actual función por algunos empresarios del sector, también pidió por los precios de los insumos sectoriales. Se están “produciendo dificultades en la cadena de insumos” y “hay precios que no se justifican”, reclamó. “Hay situaciones que no están siendo correctamente interpretadas y que redundan en mayores costos y en una situación donde la nueva oferta se descoloca con respecto al mercado.”
“La evolución de algunos precios debería preocuparnos a todos. Es una tarea para buscar consensos. Lo que es prioridad para el Gobierno no lo es para algunos sectores privados”, se quejó. En agosto pasado, según la medición del INDeC, los precios de la construcción registraron un aumento del 0,6 por ciento y acumulan un incremento del 9,7 por ciento en el año, por encima de la suba del 4,1 por ciento que registra en los ocho meses que van del corriente año, la inflación.
Nielsen, como ya lo hizo en varias oportunidades el presidente Néstor Kirchner, dijo que “la obra pública es una prioridad del Gobierno y todo el trabajo de inversión debería estar ligado a ella. Las prioridades del país se expresan en el presupuesto nacional en dos frentes: el gasto social para paliar los efectos de la crisis y la obra pública”. “El mayor cuello de botella, la mayor dificultad que tenemos es la relacionada con el gasto de infraestructura, y un subcapítulo es el de la infraestrucutura en viviendas”, concluyó.
En otro orden, el embajador argentino en Roma, Victorio Tache-tti, afirmó que el bloqueo que sufrieron las cuentas del Estado argentino en Italia, por apenas 22 mil euros contra un reclamo de un grupo de ahorristas por 4 millones de la misma moneda, “se va a levantar”, ya que “se trata de bienes oficiales inembargables”. “Este bloqueo tiene que levantarse porque de lo contrario significaría que Italia no respeta las normas elementales del derecho internacional”, sostuvo Tachetti. El embajador interpretó que puede “llegar a haber una relación entre el relativo éxito que está teniendo la Argentina en salir adelante” y esta causa. Los bonistas italianos “esperaban que si la Argentina no cedía a las pretensiones de los acreedores se caía a pedazos en poco tiempo”, pero subrayó que “esto no sucedió y obviamente la gente se está poniendo nerviosa”, concluyó.
El clima sobre un final alentador para el default permitió que el lunes el presidente Néstor Kirchner augurara a su colega brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, que el acuerdo por la deuda se cerrará “bien y pronto”. El mismo día, el Financial Times de Londres reivindicó la figura del ministro de Economía, Roberto Lavagna, a quien le atribuyó una acertada estrategia de negociación, y consideró que “la batalla argentina por conseguir que los bonistas acepten la mayor quita de deuda soberana de la historia del capitalismo está casi ganada”. El diario británico volvió así sobre sus pasos de la semana pasada cuando vaticinaba que la reestructuración de la deuda no iba a ser exitosa.