ECONOMíA
› EN 8 MESES, EL SUPERAVIT LLEGO A 15.400 MILLONES
Una gran aspiradora fiscal
Las cuentas fiscales cerraron agosto con un superávit operativo (antes del pago de intereses) de 1937 millones de pesos. Así, en sólo ocho meses acumulan un ahorro de 15.431 millones, un 43 por ciento más en relación con la meta de superávit acordada con el Fondo Monetario para todo el año, que era de 10.800 millones. Por otro lado, según informó el Indec, la deuda externa pública, a junio de 2004, ascendió a 108.379 millones de dólares, lo que representa un aumento de 736 millones respecto de fines de marzo.
Los números de la Secretaría de Hacienda difundidos ayer ratifican, una vez más, que el Estado se ha convertido en una gran aspiradora de recursos de los bolsillos de la sociedad. En julio, el ahorro fiscal primario había sido de 1656 millones. Pero en agosto trepó otro peldaño, pese a que la recaudación tributaria de agosto fue 300 millones inferior a la de julio. La conclusión es obvia: la aspiradora fiscal no sólo se explica por la mayor recaudación sino también por la morosidad en la ejecución del gasto público.
El secretario de Hacienda, Carlos Mosse, confirmó esta impresión, pero prefirió presentarla como un dato positivo: “La fuerte contención de los gastos permitió lograr este resultado”, destacó. Los dichos de Mosse llaman la atención, porque hasta ahora no se sabía que el Gobierno estuviese embarcado en un programa de “contención” de gastos, sino todo lo contrario. Desde diversas áreas oficiales se suele promocionar los anuncios de nuevas obras públicas y planes sociales con la intención de paliar la grave crisis social que aún atraviesa el país.
Para este año el Ministerio de Economía se comprometió con el Fondo Monetario a un superávit fiscal equivalente al 2,4 por ciento del PBI, mientras que para el próximo está previsto que el ahorro fiscal llegue a 3,2 por ciento del producto.
Por otra parte, el Indec publicó las cifras del balance de pagos del segundo trimestre del año. Según los números del instituto oficial de estadísticas, la deuda pública externa asciende a 108 mil millones de dólares. Pero para completar el saldo de deuda pública total debe sumarse la deuda en manos de los residentes en el país (como por ejemplo los Boden en poder de ahorristas y bancos), superándose en consecuencia los 180 mil millones de dólares.
Para tener una idea de lo inmanejable que se había vuelto la deuda pública, los atrasos en el pago de capital e intereses de la deuda externa desde la declaración del default ascienden a 27.770 millones de dólares. Esto sin tener en cuenta que, desde enero de 2002, el Estado argentino pagó en términos neto a los organismos internacionales de crédito (FMI, Banco Mundial y BID) unos 8600 millones de dólares. Por ejemplo, sólo en el primer semestre del año, el Gobierno transfirió a dichos organismos 1200 millones de dólares.
Otro de los datos relevantes del informe del Indec se refiere a la “cuenta corriente” (balanza comercial menos servicios de la deuda y transferencias de utilidades al exterior) del balance de pagos. En el primer semestre del año el superávit alcanzó a 1954 millones de dólares, frente a los 4843 millones de igual período del año pasado. La caída del superávit se explica por un menor superávit comercial y un mayor pago de utilidades y dividendos al exterior (986 millones de dólares este año frente a 214 millones en igual período del año pasado). Contrarrestando esta tendencia, en el primer semestre el ingreso neto de capitales llegó a 1225 millones, frente a una fuga de capitales de 651 millones el año pasado.