La producción agrícola a gran escala y la “profundización del esquema sojero” fueron cuestionados ayer por la Federación Agraria Argentina, argumentando que bajo este sistema se tendrá entonces que “pensar qué se hace con la gente que sobra en el interior” del país. Eduardo Buzzi, presidente de la organización, consideró que, a pesar de ser posible, “hace falta disposición y coraje” para superar el esquema. El secretario de Agricultura, Miguel Campos, habló en tanto de la posibilidad de lanzar un proyecto para incorporar tecnología de punta en el agro.
“O se sigue profundizando el modelo de agricultura empresarial a gran escala, por un mercado dominado por una vanguardia de empresarios exitosos con enorme capacidad de inversión y acceso a tecnología, o se mira qué hacemos con la gente que sobra en el interior, con los productores excluidos que pertenecen al modelo de explotación mixta, diversificada y de base familiar”, sentenció Buzzi, en el 92º Congreso Anual de la FAA.
Para Buzzi, en la Argentina se ha profundizado el esquema sojero como única alternativa productiva, frenando la capacidad de diversificación. Y aunque los productores reconocen que hay precios internacionales cada vez más favorables, apuntaron que “nos encontramos en la antesala de un futuro con escasa rentabilidad en los principales rubros agrícolas del país”, debido sobre todo a un aumento en los insumos, un incremento de los arrendamientos y al actual nivel de retenciones y carga impositiva.
En una dirección distinta de la crítica de la FAA sobre la concentración de la producción en manos de empresarios con acceso a la tecnología, el secretario de Agricultura, Miguel Campos, expresó ayer el interés gubernamental por incorporarla al agro, por medio de un fondo compensador. Reunido con semilleros líderes, el funcionario dijo que no admitiría más “que alguien diga que no estamos comprometidos con la tecnología”.
En la reunión con los semilleros se acordó entonces que el directorio del Instituto Nacional de Semillas, más integrantes de las partes involucradas, hará en un plazo de 45 días un borrador de la Ley de Fondo de Compensación Tecnológica, para tener el proyecto final en 45 días más.