Sáb 02.10.2004

ECONOMíA  › LA PETROLERA ESTATAL VENEZOLANA NIEGA, POR AHORA, QUE COMPRE SHELL

No hay ofertas, pero puede haberlas

La instalación de Pdvsa en Buenos Aires se concretó en medio de fuertes expectativas por los negocios conjuntos, que podría emprender con la embrionaria Enarsa. La adquisición de Shell podría ser el primero. De Vido justificó las retenciones por la elevada rentabilidad petrolera.

› Por Raúl Dellatorre

“Son rumores, sólo eso; no hubo ningún intercambio (de propuestas) con Shell, no hay ninguna oferta.” Las respuestas de Alí Rodríguez, presidente de Petróleos de Venezuela SA (Pdvsa), parecieron contundentes con respecto a las versiones que le atribuyen avanzadas negociaciones por la compra de los activos de Shell en el país: 900 estaciones de servicio propias o contratadas y una refinería. Sin embargo, poco después tuvo expresiones en la misma conferencia de prensa, que dejaron una puerta abierta a esa eventual operación. “No rechazamos ningún tipo de negocios; en todas las alternativas estudiamos la rentabilidad y la conveniencia para nuestra estrategia. Pero, además, en el caso de Argentina no es sólo nuestra decisión: estamos a la espera que avance la creación de Enarsa.”
La conferencia de prensa que compartieron el ministro de Planificación, Julio De Vido, con el titular de Pdvsa, al inaugurar la filial de la empresa venezolana en Buenos Aires, fue aprovechada por ambas para prodigarse gestos de entusiasmo sobre un futuro en común entre la poderosa petrolera caribeña (quinta exportadora mundial) y la embrionaria Enarsa. El ministro lo señaló así: “Estamos conversando con Pdvsa sobre la base de una estrategia de negocios que no podemos adelantar; también estamos trabajando fuerte con Bolivia para la concreción de un contrato por 25 años para la compra de gas; vamos a definir las áreas petroleras vacantes para su exploración, en lo que creemos que vamos a estar avanzando en el próximo semestre: tenemos que materializar Petrosur, a partir del acuerdo logrado entre dos presidentes (Hugo Chávez y Néstor Kirchner) y el trabajo entre empresas hermanas (Pdvsa y Enarsa)”.
El titular de Planificación también fue consultado sobre el rol que cumpliría Enarsa en materia de regulación de mercados energéticos. “El artículo cuarto (del proyecto de ley de creación) contempla la intervención de Enarsa para prevenir situaciones monopólicas; además, es necesario que el Estado salga a la búsqueda de la rentabilidad de un producto (el petróleo) que hoy se vende a 50 dólares (el barril) cuando en Argentina su costo no supera los 8 dólares”, apuntó el ministro, quien subrayó que “la retención a las exportaciones es una herramienta” para atrapar parte de esa renta. De tal modo, rechazó implícitamente las demandas por la baja o eliminación de las retenciones a los hidrocarburos.
Tanto De Vido como Rodríguez se cuidaron de avanzar sobre los planes concretos en conjunto de Enarsa y Pdvsa, pero en todo momento dejaron entrever señales favorables a una acción decidida. En cambio, el dirigente venezolano se refirió en detalle a los planes de Pdvsa: la inversión para los próximos cinco años está calculada en 37.000 millones de dólares, fundamentalmente en exploración y producción, con lo que espera elevar su producción de los actuales tres millones de barriles diarios a cinco millones. Esta ampliación de la producción la habilitaría para abrir mercados en el continente asiáticos, como China, Tailandia y Japón, donde ya envió misiones comerciales para bucear la posibilidad de nuevos negocios.
Estados Unidos sigue siendo el principal mercado para el crudo de Pdvsa. Es el destino de más del 50 por ciento de sus exportaciones y, a su vez, Venezuela es “uno de los principales proveedores de energía” de Estados Unidos, destacó Alí Rodríguez. “Es una relación de mutua necesidad; en el campo petrolero, las relaciones con Estados Unidos son bastante estables”, describió, como dejando en claro que los conflictos en el plano político entre los gobiernos de George W. Bush y Hugo Chávez no necesariamente tienen un correlato en la relación comercial. Pdvsa posee ocho refinerías en territorio estadounidense y una amplia red de estaciones de servicio (a través de su filial Citgo). Entre los planes estratégicos de Petróleos de Venezuela también figura un rediseño de su composición: el grupo Pdvsa es hoy un complejo de 189 compañías y el propósito de la actual gestión es ir buscando fusiones para un mejor manejo administrativo. Es uno de los aspectos que marca el cambio de criterio con respecto a la anterior gestión, que hasta hace dos años aún funcionaba como “un estado dentro del estado”, con políticas propias, planes propios y una administración del recurso energético, no necesariamente en línea con las posturas del gobierno. “En esas condiciones, era imposible que el gobierno pudiera aplicar su política en Pdvsa”, resaltó Alí Rodríguez, que se hizo cargo de la petrolera luego del intento de golpe de abril de 2002, en el que la conducción anterior de la empresa tuvo una activa participación.
Por historia y por su presente, Pdvsa carga con un fuerte contenido político. La eventual alianza estratégica de la embrionaria Enarsa con la petrolera venezolana sería toda una definición, sobre todo en un sector estratégico como el petrolero. Los venezolanos no disimulan la enorme expectativa por ese matrimonio, aunque las dimensiones de una y otra sean tan desiguales. Los planes conjuntos, en cambio, se mantienen como un secreto muy bien guardado.

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