ECONOMíA
› ACUERDO DE OFICIALISMO Y OPOSICION POR ENARSA
Barrera para privatizaciones
Por E. T.
Finalmente el oficialismo destrabó la discusión que rodeaba a la creación de la empresa de energía, Enarsa. Lo hizo aceptando que la firma tenga los mismos controles internos y externos que el sector público nacional; que el Estado mantenga siempre una posición mayoritaria del 51 por ciento de las acciones y que en los procesos de asociación que la empresa lleve adelante deberá observar los mecanismos de transparencia contemplados en la Ley de Hidrocarburos. Los tres puntos eran los más cuestionados por la oposición. Por eso, en diálogo con este diario, el diputado de la CTA, Claudio Lozano, no dudó en señalar: “Esto es un triunfo”.
La oposición, encarnada por los radicales, los socialistas, diputados de la CTA, de izquierda y del ARI, cuestionaba la falta de controles a los que estaría sujeta la nueva empresa. La mayoría de ellos incluso había acordado realizar una oposición en común. Luego de que el oficialismo aceptara las modificaciones, la mayoría de los críticos al proyecto discutían qué pasos dar, aunque se descartaba que apoyarían la medida.
Incluso, algunas de las organizaciones vinculadas con el tema energético como el Grupo Moreno fueron consultados por Lozano y dieron su consentimiento a las modificaciones. “Nosotros hubiéramos hecho un proyecto distinto, tal vez hubiéramos creado una sociedad del Estado. Pero bueno, los cambios ayudan, se podría decir que ahora Enarsa será una sociedad anónima con participación estatal”, confió Lozano, al analizar la redacción final que tendría el proyecto. Claro que los cambios se formalizarán en el recinto.
El acatamiento a las disposiciones de la Ley de Hidrocarburos se incorporó al artículo 2 del proyecto. El mismo que habla de la titularidad de los permisos y concesiones de explotación en las áreas marítimas. En ese sentido, se agregó al texto que en los procesos de asociación que realice deberá observar mecanismos de transparencia y competencia que respeten lo establecido en la Ley de Hidrocarburos. La decisión de que la firma tenga una presencia de capital estatal mayoritaria quedó incorporada en el artículo 4, destacando que el objetivo es que Enarsa intervenga en el mercado a efectos de evitar situaciones de abuso de posición dominante originadas en la conformación de monopolios u oligopolios. El otro artículo que recibió modificaciones fue el sexto. Allí se abren las puertas a los controles de la Sigen y de la Auditoría General de la Nación.
Los que mantendrán sus oposiciones al proyecto oficial seguramente serán los bloques de la derecha. Tanto el macrista Federico Pinedo como el demoprogresista Alberto Natale presentaron dictámenes alternativos en minoría. Su cuestionamiento es mucho más de raíz y pone el acento en que el Estado debe estar lejos del mercado energético.
Aprobados los cambios, el proyecto volverá al Senado, donde tuvo su origen. Allí sí Enarsa se convertirá en ley. Y dada la voluntad política que el oficialismo demostró frente a las críticas a las faltas de controles que tenía la redacción original, es muy probable que se termine aprobando sin retocar, lo que aprueben mañana los diputados. En verdad tanto la redacción del Senado, como los cambios consensuados ahora en Diputados, contaron con el visto bueno de Casa Rosada.