ECONOMíA
› EL ACUERDO UNION EUROPEA-MERCOSUR ENTRO EN UN CONO DE SOMBRAS
Si no hay sacudón, no hay acuerdo
Para el comisario europeo de Comercio, “sólo un sacudón muy grande” produciría resultados en la reunión de Lisboa, el día 20.
Los representantes europeos empiezan a tomar prevenciones frente a la eventual falta de resultados del encuentro de cancilleres del Viejo Continente y del Mercosur a realizarse el miércoles 20 en Lisboa. Pascal Lamy, comisario europeo de Comercio, declaró ayer desde Bruselas que “lamentaría que estas negociaciones no finalicen antes de fin de mes”, en relación a un acuerdo de integración comercial Unión Europea-Mercosur, “pero siempre he dicho que el contenido es más importante que los plazos”. En igual sentido y teniendo en cuenta el actual estado de situación de las negociaciones, Lamy estimó que “sería necesario un sacudón muy grande” para que hubiera resultados en el corto plazo.
La Comisión Europea confirmó ayer su participación en el encuentro de cancilleres de Lisboa, convocado por iniciativa del Mercosur y auspiciado por España y Portugal. La propuesta había sido formulada el sábado en la reunión de los representantes de Argentina, Uruguay, Paraguay y Brasil, para tratar de lograr un avance en las negociaciones antes del recambio de autoridades en la representación comercial de Europa, a fin de mes.
Mercosur y la Unión Europea fijaron el 31 de octubre como fecha para finalizar las negociaciones sobre libre comercio. El próximo miércoles 20 se reunirán en la capital portuguesa el comisario europeo con los cuatro ministros de Relaciones Exteriores del bloque: el brasileño Celso Amorim, el argentino Rafael Bielsa, la paraguaya Leila Rachid y el uruguayo Didier Opertti.
Las partes tienen a estudio nuevas propuestas de liberalización en busca de un acuerdo comercial, pero hasta ahora lo que han ofrecido ceder cada parte ha resultado insuficiente para la otra. Pese a la falta de avances, Lamy evitó denominar como un “fracaso” el no haber podido concluir con el acuerdo antes del fin de su mandato, que vence a fin de mes. El comisario europeo dijo que aborda el tema “de forma muy serena: una negociación no se termina en una buena fecha, sino con un buen resultado”. Y agregó que, en definitiva, estas negociaciones serán retomadas por su sucesor, el británico Peter Mandelson.
De acuerdo a las evaluaciones de los representantes del Mercosur, con la finalización del mandato de Lamy “se pierde una buena oportunidad” para el acuerdo, ya que suponen que el representante británico tendrá menor interés y predisposición a centrar sus esfuerzos en tejer un buen vínculo con el Mercosur. Miguel Moratinos, canciller español, destacó ayer que su país y Portugal “son los más preocupados en defender las negociaciones” y reconoció que todavía existen trabas para conformar una propuesta europea que mejore el clima y acerque a las partes. Francia solicitó un debate sobre la posición que llevará la Unión Europea a este nuevo encuentro “porque estaba preocupada por la oferta agrícola”, relató Moratinos, pero la discusión que debía realizarse el lunes pasado quedó postergada para los próximos días.
Tras más de cuatro años de negociaciones, luego de varias idas y vueltas y después que, a principios de año, se estimara que el corriente podría ser el de definición del acuerdo, la disconfomidad de las partes en la negociación quedó una vez más evidenciada en el encuentro de 15 días atrás. Los europeos desean más concesiones del Mercosur en sectores como las telecomunicaciones y el de servicios financieros, además de avances en las tarifas, en el ámbito de las compras públicas y en la protección de las denominaciones de origen. Por su parte, el Mercosur aspira a conseguir un mayor acceso de sus productos agrícolas y manufacturados al mercado europeo.
Didier Opertti estimó ayer que para posibilitar un acuerdo de zona de libre comercio entre la Unión Europea y Mercosur será necesario “reducir su nivel de ambición”. Para la actual administración oriental –el próximo 31 hay elecciones presidenciales en Uruguay, en las que el Partido Colorado, en el gobierno, no tiene ninguna chance de ganar–, seguir discutiendo el acuerdo en los actuales términos no tiene sentido. “Puede ser que el acuerdo, que nació con una ambición muy alta, reduzca su nivel de pretensiones”, señaló, advirtiendo que “la Unión Europea tendrá que avenirse a acortar los plazos” que ofreció para abrir sus mercados al ingreso de productos del Mercosur. De todos modos, Opertti admitió que todo lo que se pueda avanzar en esta etapa deberá “esperar a la nueva comisión (europea de Comercio) para ver qué sucede”.
No lo nombró, pero el canciller uruguayo también hacía referencia a la supuesta intransigencia de Brasil a ceder las barreras de defensa a la participación de empresas europeas en su área de servicios públicos. Brasil y Uruguay también han chocado últimamente en el seno de la Organización Mundial de Comercio, donde el primero presentó la candidatura de Luiz Felipe de Seixas Correia para director luego de que Uruguay presentara la de Carlos Pérez del Castillo. “Mi gobierno está sorprendido por este tema, al que no quiero llamar problema”, comentó, “pero lamentablemente la región (Mercosur) llega dividida” al seno de la OMC.