No fue un mero trámite pero se le pareció. El socialista Rubén Giustiniani fue el único de los senadores que votó en contra del pliego de Martín Redrado como titular del Banco Central. Lo hizo por la existencia de una causa judicial, todavía en trámite, en la que se investiga el presunto manejo irregular de fondos reservados cuando el candidato presidía la Comisión Nacional de Valores. De todos los propuestos para el directorio, el único cuyo pliego no llegó al recinto fue el de Waldo Farías. Oficialmente se informó que la dificultad fue la demora en juntar las firmas de los senadores necesarias para tratar su pliego. Extraoficialmente, el comentario era que el ex titular de Lotería Nacional y ex ministro de Economía santacruceño tendría una causa pendiente en la Justicia, en la cual estaría citado a declarar esta semana.
Giustiniani se había limitado a dejar sentada su oposición al pliego del titular del Central. Fue el riojano Eduardo Menem el que disparó la polémica, luego de señalar que “la nominación de Redrado fue la mejor definición del actual gobierno”. Acto seguido, reivindicó la autonomía del Central, criticó sin nombrarlo a Domingo Cavallo, en su etapa de ministro aliancista, y hasta se animó a hacer la defensa de Pedro Pou. “Es una estudiantina lanzar cargos sin fundamentos tan solo para atacar un modelo económico”, comentó el riojano.
Giustiniani replicó condenando la política de apertura, de privatización y de entrega del menemismo. No rehuyó el debate, pero a esa altura el oficialismo quería cerrar la herida que había abierto Menem. El radical Mario Losada reivindicó su paso por la comisión que destituyó a Pou y recién entonces se cumplió con el trámite de votar los pliegos. En pocos minutos se votó el directorio completo del BCRA. Junto al pliego de Redrado, se votaron las nominaciones de Miguel Pesce en la vicepresidencia, Zenón Biagosch y Arnaldo Bocco como directores. A la nómina se suma Arturo O’ Connell, quien ya se desempeñaba en la entidad monetaria y fue propuesto para un nuevo mandato. Quedó pendiente de tratamiento el pliego de Farías.
Según alegaron senadores tanto del oficialismo como de la oposición, la dificultad con el santacruceño se originó en que su pliego “recién entró ayer”, incumpliendo entonces el plazo de siete días requerido antes de su tratamiento en el recinto. Pero, en rigor, tampoco los pliegos de los restantes postulados habían cumplido los siete días de puesta a consideración, pese a lo cual el radicalismo accedió a que se tratara y aprobara su designación. Pero, en el caso de Farías, en voz baja los legisladores reconocían que pesa, además, que “hay denuncias dando vueltas” que lo vincularían a una causa por enriquecimiento ilícito.
Página/12 hizo ayer una consulta en los juzgados federales donde se mencionó que estaría radicada la causa y en la que, según señalaban las versiones, estaría citado a declarar esta semana. “Por ahora no podemos dar ninguna información, compréndanos”, respondieron en el juzgado que llevaría la causa, sin desmentir su existencia.
Los senadores que se habían resistido a dar su firma para aprobar el pliego de Farías fueron Eduardo Menem, Ramón Saadi y Rubén Marín, tres menemistas en estado puro. Ante esto, y debido a la negativa del bloque radical a acompañar dictámenes que no cumplan los plazos reglamentarios, la votación del pliego de Farías se postergaría al menos por una semana más.
El pliego de Redrado superó sin dificultades las dos impugnaciones realizadas oportunamente por el diputado nacional Adrián Pérez (ARI) y por Adrian De Santis, ex secretario privado del economista en la Comisión Nacional de Valores (CNV). La semana próxima, el presidente del Banco Central concurrirá a la Cámara de Diputados para exponer ante la Comisión de Presupuesto la política monetaria que instrumentará la entidad a lo largo del 2005. El informe que dará Redrado a los legisladores se efectuará en el marco de la ronda de consultas que realizan las comisionesde Presupuesto y Hacienda con diferentes secretarios de Estado sobre aspectos de la ley de Gastos y Recursos previstos para el próximo año.