Al parecer, la exitosa renegociación de la deuda con las AFJP creó una minieuforia financiera. Fueron días inolvidables para los operadores bursátiles. Ayer el índice MerVal, que aglutina a las acciones de las empresas líderes que se cotizan en la Bolsa de Comercio de Buenos Aires, cerró con un alza del 3,03 por ciento. Así, en la semana corta el índice acumuló una suba del 8,86 por ciento. El dólar, mientras tanto, siguió tranquilo por debajo de la barrera de los 3 pesos: ayer la cotización cerró en 2,99 para la venta, el mismo valor que los dos días previos.
En la última jornada hábil de la semana, el volumen de acciones comercializadas en la Bolsa alcanzó 144,7 millones de pesos, con un resultado de 43 alzas, sólo siete bajas y 23 títulos sin cambios en su cotización.
“El mercado accionario continuó firme por las expectativas en torno de la salida del país del default. Por esta causa, se registró el ingreso de capitales externos”, afirmó Freddy Vieytes, analista de Puente Hermanos.
Según los operadores, ese ingreso de dinero genuino frenó una toma de ganancias.
Lógicamente, el vencimiento de los contratos de futuros dejó también su huella. Ahora, los inversores comenzaron a reacomodar sus posiciones para afrontar las obligaciones adquiridas.
“Como en la sesiones previas, los actores de la jornada fueron los mismos. Así, los bancos volvieron a liderar los aumentos, a pesar de que se registraron arbitrajes entre esos valores”, indicó Mariano Tavelli de la casa bursátil Tavelli.
En ese escenario, las acciones de Grupo Financiero Galicia (GFG) y Banco Francés marcaron el ritmo al mercado, en tanto que otras como las de Acindar también ganaron impulso. “Se observa cierto reciclaje del dinero. Esta situación explica por qué el Banco Francés subió más que GFG”, enfatizó Rubén Pasquali de la casa bursátil Mayor.
El “boom” bursátil en Buenos Aires contrastó con la incertidumbre que generó la escalada del petróleo en Wall Street. El Dow Jones Industrial, índice principal de Wall Street, disminuyó 1,21 por ciento en la semana para cerrar el viernes en su nivel más bajo desde el 13 de agosto pasado.
El temor de los financistas es que el aumento en el precio del crudo provoque recesión en Estados Unidos, recortando las ganancias de las empresas. A eso se le suma, obviamente, la cercanía de unas elecciones con resultado todavía incierto. De hecho, ayer, Alan Greenspan, titular de la Reserva Federal, tuvo que salir a tranquilizar a los mercados. Pronosticó que los precios del crudo tendrán un efecto moderado en la actividad económica.