La industria creció en septiembre el 0,7 por ciento contra agosto. En relación a igual mes del año anterior la suba fue del 10,7 por ciento, mientras que en el tercer trimestre, comparado contra el segundo, creció el 2 por ciento. Los datos corresponden al Estimador Mensual Industrial (EMI), cuyo adelanto fue difundido ayer por el Indec. El organismo estadístico también comunicó los datos de utilización de capacidad instalada, que alcanzó el 72 por ciento. En el Gobierno esperan que durante el cuarto trimestre el EMI alcance niveles record.
Los sectores dinámicos de la industria argentina en el último año han sido el Textil, que creció el 15,1 por ciento, y las ramas vinculadas a la Construcción, Minerales no metálicos, que crecieron el 16,3 por ciento en el mismo período. También fue fuerte la recuperación de Vehículos Automotores, pero el 53,9 por ciento de suba en el último año refleja ante todo los niveles deprimidos contra los que se realiza la comparación.
Al cruzar estos datos con la utilización de la capacidad instalada, se observa que a la cabeza se encuentran otros rubros. La Refinación de petróleo, que trabaja al 92,6 por ciento de su capacidad, y las Industrias metálicas básicas, al 92,3. En ambos casos, se trata de sectores fuertemente vinculados al mercado externo, cuya producción fue la que menos cayó durante los picos recesivos. El sector que sí creció especialmente sobre una mayor utilización de su capacidad fue el de Productos textiles, que ya emplea el 84,2 por ciento de su capacidad. En estos casos, la continuidad del crecimiento dependerá de nuevas inversiones y no sólo, como ocurrió predominantemente hasta ahora, de las ventajas ofrecidas por el nuevo modelo: uso intensivo de mano de obra y dólar alto (mercado protegido por precios). El sector automotor, en tanto, continúa liderando el ranking de capacidad instalada ociosa, con un aprovechamiento de sólo el 39 por ciento.
Una reciente encuesta de la Universidad Argentina de la Empresa mostró también que, luego de algunos meses de estancamiento, en septiembre la rentabilidad de la industria volvió a recuperarse. Mientras los costos se incrementaron un 0,26 por ciento contra agosto, los precios mayoristas repuntaron el 0,7 por ciento. En términos anuales, el Indice de Costos Industriales (ICI) de la UADE se acomodó un 12,4 por ciento por encima del mismo mes del año pasado, mientras que en el mismo lapso los Precios Internos Básicos Mayoristas (Ipibm) del Indec aumentaron el 13 por ciento. En otras palabras, en los últimos 12 meses los industriales tuvieron más ingresos que egresos, diferencia que marca un crecimiento de la tasa de ganancia. Si se toman los números desde la salida de la convertibilidad, los precios relevados crecieron un 128,1 por ciento, mientras que los costos se incrementaron un 108,9 por ciento. La diferencia ganada por la industria alcanzó entonces los 19,2 puntos porcentuales.
Los números citados se inscriben en el debate por la distribución del ingreso fronteras adentro. Uno de los efectos de la estabilidad de las cuentas públicas y la entrada de divisas por las exportaciones fue la revaluación del peso; la baja del dólar desde el techo de alrededor de 4 pesos alcanzado en julio de 2002. La puja intersectorial en la Argentina de 2004 es precisamente cuál será el nuevo valor de equilibrio para el tipo de cambio real. La industria y los exportadores esperan obviamente un dólar alto. El hecho de que la recuperación de la producción industrial se haya producido sobre la base de salarios bajos y la reutilización de capacidad instalada, antes que sobre el aumento de la productividad, vuelve a muchas ramas industriales más vulnerables a la baja del dólar.
En el Gobierno esperan que el esquema actual se mantenga. El secretario de Industria, Alberto Dumont, pronosticó que en el cuarto trimestre el EMI puede alcanzar niveles record. “No habría que descartar que tengamos un cuarto trimestre que resulte el mejor de la serie histórica del EMI.” En la misma línea, el funcionario señaló que, “a la luz de los resultados, si comparamos los terceros trimestres este es el mejor después del de 1998, que fue el mejor año de la convertibilidad”. Dumont también reseñó lasdiferencias en la composición de la producción entre aquellos años, y el protagonismo actual de sectores “más vinculados a la pequeña y mediana empresa”, como los textiles.