Una economía en crecimiento, inflación contenida, tendencia bajista en el nivel de desempleo y con el desafío para los bancos de prestar a largo plazo. Esa fue la columna vertebral de la primera presentación del Informe de Inflación que hace Martín Redrado como presidente del Banco Central. En un contexto promisorio para la economía, el banquero central dejó picando una única inquietud: la incertidumbre ante la disparada del precio del petróleo.
Por otra parte, el jefe del BC confirmó un comentario de este diario: “En los últimos días hay ingresos de capitales para tomar posición en títulos públicos”, señaló. Este hecho obligó al Central a adquirir más divisas para mantener el tipo de cambio. Ayer volvió a comprar 30 millones y el dólar se mantuvo en 2,97 pesos.
En el Informe de Inflación, el Banco Central no sólo pasa revista a lo sucedido en el último trimestre sino que, más importante aún, explora sobre las perspectivas de los tres meses siguientes a su publicación.
Sobre el crecimiento económico, los técnicos del BC calcularon que hubo una recuperación entre julio y setiembre. La expansión resultó del 1,6 por ciento, contra el trimestre anterior, cuando el PIB había aumentado apenas el 0,5 por ciento. “Todos los motores de la economía están encendidos”, aseveró Redrado de frente a los senadores.
En este contexto, reivindicó a Prat Gay, coincidiendo en que el crecimiento para todo este año se ubicará en el 8 por ciento, por encima del previsto por Economía (7%). Para el próximo año, el titular del BC admitió que podría superar al calculado en el Presupuesto (4%).
En cuanto a la inflación, estimó que “se ubicaría por debajo del 6,5 por ciento” para este año. Para 2005, la banda que se tomó fue de entre 5 y 8 por ciento anual, tal cual lo acordado en las últimas conversaciones con el FMI. “No hay estrangulamientos de oferta en la economía” que marquen riesgos inflacionarios, explicó, y este marco viene acompañado de bajas en los precios de las materias primas.
En este contexto, la tasa de desocupación “descenderá al 13 por ciento” hacia fines de año, proyectó Redrado. “Continuaría su tendencia descendente en 2005”, aventuró. A su vez, en el informe se destaca que “los salarios reales dejaron de crecer durante el segundo trimestre y parte del tercero”, pero que volverán a repuntar en los próximos meses.
Por afuera de los temas de la macro, hubo otros dos puntos destacados por Redrado. Uno fue el contexto internacional y el otro, la situación de los bancos. Sobre este último aseguró que “(las condiciones financieras) de los 90 bancos del sistema están por encima de los requerimientos del Central”.
Dada esa situación, estipuló que dentro de 30 o 45 días saldrá una nueva batería de medidas para facilitar el acceso al crédito de aquellos con problemas en la calificación. Y que en dos a tres meses se darán a conocer nuevos instrumentos para que los bancos puedan dar préstamos de largo plazo. “Mi preocupación es que sólo crecen los créditos de corto plazo”, remarcó el jefe del BC.
La clave para que aumenten las líneas de largo alcance, señaló el funcionario, es lograr una “tasa de referencia”. El mecanismo ya se puso en marcha y Redrado reveló que la banca pública tendrá un rol decisivo para que el resto de las entidades preste a largo plazo a costos accesibles. Además, se están ideando instrumentos financieros específicos para lograr aquel objetivo.
Según Redrado, la suba del petróleo podría opacar la situación económica. Corre el riesgo por una vía indirecta, ya que Brasil sería el principal perjudicado, como importador de crudo. En un contexto así, la Argentina podría ser arrastrada.
Un último aspecto está relacionado con lo político. A diferencia de Alfonso Prat Gay, su antecesor en el cargo, Redrado expuso el Informe de Inflación en el Senado, en lugar de hacerlo en el edificio del Central. Yprometió repetir el acto con cada publicación de ese informe. Este hecho permite avizorar un titular del Central con una postura distinta a la del anterior: más relacionado políticamente.