ECONOMíA
El consumo perdió fuerza al comenzar la primavera
Las ventas de los supermercados bajaron en septiembre el 1,8 por ciento contra agosto, según el Indec. Analistas privados coinciden en que la caída se debió al estancamiento del salario real.
› Por Claudio Scaletta
Las ventas de los supermercados cayeron en septiembre el 1,8 por ciento contra agosto, aunque mantienen un crecimiento interanual del 4,8 por ciento. Las cifras difundidas ayer por el Indec están en línea con estudios privados que, ya desde agosto, señalan una caída del consumo global no sólo en los supermercados. Los analistas coinciden en que la razón debe buscarse en el estancamiento del salario real, que a diferencia de los meses anteriores dejó de recibir incentivos.
En las 29 cadenas de supermercados relevadas por el Indec, que representan el 97 por ciento de la facturación del sector, las ventas de septiembre a precios corrientes fueron de 1438,6 millones de pesos. En relación con agosto, ello marca una caída del 5,2 por ciento. No obstante, en términos interanuales se mantiene una suba del 12,5 por ciento.
En la etapa de fuerte desarrollo del supermercadismo, es decir de concentración de las ventas minoristas, las grandes cadenas ganaron espacio frente a los comercios tradicionales compitiendo por precios. Hoy sólo compiten mediante una oferta más completa y sofisticada y distan de ser un indicador de la situación del consumo de los sectores de menores ingresos. Sin embargo, el consumo como variable económica no está separado en compartimientos estancos. La percepción de los analistas es que la economía, aunque mantiene sectores dinámicos, está lejos de recalentarse como temían en el Ministerio de Economía. Esto podría permitir un manejo más distendido de algunos temas pendientes, algunos con alto impacto político, como la renegociación de las tarifas de los servicios públicos.
Para Ricardo Dvoskin, economista de la Universidad de San Andrés, la principal explicación de la leve baja mostrada en el consumo de los supermercados se relaciona con el virtual estancamiento del salario real en los últimos meses. Esta perspectiva es compartida por Mariana Rossi, directora de la consultora Latin Panel, una firma que todos los meses realiza una encuesta sobre el consumo global en todo el país sobre una base de 3000 hogares. Ya en agosto, Latin Panel había detectado una caída del consumo del 2 por ciento que se incrementó al 6 por ciento en septiembre. La explicación de Rossi es que, a diferencia de lo ocurrido desde los comienzos de la actual administración, “dejaron de existir incentivos para consumir”, como en su momento fueron, por ejemplo, los paulatinos aumentos salariales. Pero la baja del consumo también alcanzó a los sectores medios que compraron el 5 por ciento menos y los altos, cuyas compras cayeron el 10 por ciento. Aquí la explicación puede deberse, según Rossi, “a la ausencia de medidas estructurales que permitan percibir un cambio en la economía real” lo que generaría, en consecuencia, “una actitud de cautela” en estos sectores. Para Dvoskin, en cambio, la tendencia todavía no parece clara, porque algunos sectores, como por ejemplo construcción y autos, todavía se muestran dinámicos.
Los centros de compras (shoppings), en tanto, registraron un aumento de ventas del 3,5 por ciento contra agosto, crecimiento que se eleva al 21,2 por ciento para la comparación contra septiembre de 2003. Los shoppings vienen recuperándose del bajísimo piso de ventas tocado durante la crisis de 2002. La comparación contra agosto refleja un fenómeno estacional, el inicio del cambio de temporada, pero a precios corrientes las ventas experimentaron una baja del 5,9 por ciento, aunque mantienen una fuerte suba del 34,9 por ciento interanual, valor que encierra un fuerte efecto precios.